Investigadores descubren que bajar el 10 % del peso corporal ya implica grandes beneficios para la sexualidad.
Una pequeña pérdida de peso puede hacer maravillas con su vida sexual, sostienen algunos expertos. Entre ellos, el psicólogo Martin Binks de la Universidad de Duke, que recientemente presentó un estudio ante la Sociedad de Obesidad, mostrando que la pérdida de unos pocos kilos puede mejorar la vida sexual, ya que las personas se sienten mejor con sus cuerpos.
“Uno obtiene muchos de beneficios con una pérdida moderada de peso del 10 por ciento”, expresó Binks. “Es un mensaje maravilloso. No es necesario alcanzar un peso ideal para ser una persona saludable y feliz”.
Se trata de uno de los pocos estudios que examinan los problemas emocionales que puede causar la obesidad en la sexualidad, no sólo los inconvenientes físicos como el desequilibrio hormonal o la impotencia. “No se han realizado muchas investigaciones en esta área'', manifestó la doctora Susan Yanovski, directora de investigaciones de obesidad en el Instituto Nacional de Diabetes y Enfermedades Digestivas y de Riñón. Mejorar la vida sexual “podría ser otra buena razón para perder peso si usted es obeso”.
En el estudio participaron 161 mujeres y 26 hombres de un promedio de 45 años, con un índice de masa corporal promedio de 41. Las personas que tienen una marca de 30 o más en este indicador que tiene en cuenta la altura y el peso, son consideradas obesas.
Todas estaban inscriptas en un programa de dietas del Centro Médico del Condado Hennepin de Minneapolis, y habían perdido el 17,5 % de su peso después de un año, y el 13 % después de dos años (recuperaron algo del peso que habían perdido inicialmente). Respondieron preguntas sobre la calidad de su vida sexual cuando comenzó el estudio, y cada tres meses posteriormente. La mejora de actitud más llamativa apareció a los tres meses, cuando habían perdido el 12 por ciento de su peso inicial.
En un principio, el 68 % de las mujeres dijo que no se sentía atractiva sexualmente. Un año después de la dieta, sólo el 26 % pensaba así. Al comienzo, cerca de un 63 % no quería que las vieran desnudas, pero sólo un 34 % opinó igual un año después. Inicialmente, el 21% de las mujeres dijo que no disfrutaba de las relaciones sexuales, y sólo el 11 % respondió así después de un año.
“La cantidad de hombres en el estudio limita lo que podemos decir sobre los hombres”, pero los sentimientos de poca atracción y la falta de deseo de que los vieran desnudos también se aplican a ellos, dijo Binks. Incluso cuando muchos de ellos querían tener relaciones sexuales, el exceso de peso hacía que fuera una experiencia traumática.
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