Los jabones antibacteriales no son más efectivos que los jabones regulares y podrían crear resistencia a los antibióticos.
Los jabones antibacteriales se han popularizado en los últimos años, debido a la creencia de que contribuyen a defender al organismo contra infecciones, sin embargo, algunos de ellos contienen sustancias químicas como el triclosan o el ticlocarban, que pueden crear gérmenes resistentes a los antibióticos.
Expertos afirman que los jabones antibacteriales no son más efectivos que los jabones de uso común, en cuanto a disminuir el riesgo a infecciones y enfermedades. A diferencia de estos productos, los jabones regulares separan las bacterias de la piel al lavarla o éstas se quedan en las toallas al secar la piel, mientras que los jabones antibacteriales matan hasta 99% de microorganismos, lo que parecería ser algo demasiado bueno.
"A pesar de la popularidad de los jabones antibacterianos, existen pocas evidencias que demuestren su eficacia, por el contrario, hay estudios que sugieren que su utilización puede relacionarse con el desarrollo de resistencia bacteriana a los antibióticos” afirmó el Dr. Ronald M. Davis, representante de la American Medical Association (AMA).
Esta organización adoptó una política en el año 2000, estableciendo que: "los jabones antibacterianos no son más efectivos que los jabones comunes y podrían contribuir a la amenaza causada por cepas de bacterias resistentes a los antibióticos”. “Hasta que aparezca nueva información que demuestre que los antimicrobianos en productos de consumo masivo son efectivos en la prevención de infecciones y que no producen efectos indeseables a la salud pública, estos productos deberían evitarse”.
Mientras no exista un consenso, sería recomendable el uso de estos jabones antibacteriales en lugares donde sean realmente necesarios, como: hospitales, clínicas o residencias con enfermos de alto riesgo a infecciones y evitar su uso rutinario en los hogares.
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