Los fármacos que suprimen la producción de ácidos gástricos proclaman su excelencia en el tratamiento de la acidez, hernia hiatal y enfermedad por reflujo, pero aumentan el riesgo de sufrir neumonía.
Los medicamentos que suprimen la producción de ácidos pertenecen a dos distintas categorías, según su mecanismo de acción:
Inhibidores de la bomba de protones: Esomeprazol , Omeprazol , Pantoprazol , Lanzoprasol , Rabeprazol
Antagonistas de los receptores H2: Famotidina , Ranitidina , Cimetidina , Nizatidina
Los inhibidores de la bomba de protones generalmente no producen problemas serios. Los efectos adversos más comunes son: diarrea o estreñimiento, malestar, flatulencia, dolor abdominal o cefalea. Muy raramente puede producir reacciones alérgicas, prurito, mareos, edema en tobillos, dolor muscular o articular, visión borrosa, depresión o resequedad bucal.
Los antagonistas de los receptores H2 generalmente tampoco producen problemas serios. Los efectos adversos más comunes son: diarrea y otras alteraciones digestivas, cefalea, mareos, cansancio, pérdida del cabello ( cimetidina ) y sudoración ( Nizatidina ).
En la revista Journal of the American Medical Association ( JAMA. 2004;292:1955-1960) se publican los resultados de un estudio de investigación realizado por R Laheij PhD y sus colaboradores de los Departamentos de Gastroenterología y Medicina Interna pertenecientes a dos Centros Médicos Universitarios holandeses.
Con la intención de descubrir la existencia de una relación entre el uso de fármacos supresores de la producción de ácidos gástricos y el riesgo de sufrir neumonía, los autores analizaron la frecuencia de neumonía en dos grupos: los usuarios de ese tipo de fármacos y personas que no los utilizaron.
La población estudiada correspondió a 364.683 individuos que desarrollaron 5.551 episodios de neumonía durante el seguimiento. Los investigadores descubrieron lo siguiente:
La incidencia de neumonía en los que usaron fármacos supresores de la producción de ácidos gástricos fue 2,45 por cada 100 personas/año. Esto es significativo frente a 0,6 por cada 100 personas/año de las que no toman esos fármacos.
El riesgo de padecer neumonía fue 89 % mayor en aquellos que usaron inhibidores de la bomba de protón y 63% mayor en los que utilizaron antagonistas de los receptores H2.
Los investigadores concluyen que el uso de fármacos supresores de la producción de ácidos gástricos duplica el riesgo de sufrir neumonía.
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