miércoles, abril 30, 2008

Los cereales para niños son los menos saludables


Los cereales para el desayuno infantil son menos saludables que los cereales producidos para los adultos y aquellos que se comercializan más agresivamente para los niños tienen la peor calidad nutricional, indicó un nuevo análisis de 161 marcas disponibles en el mercado. "El cereal que están comiendo los padres es seguramente mucho mejor que el que le están dando a sus hijos", dijo a Reuters Health la doctora Marlene B. Schwartz, de la Yale University, en Connecticut, autora principal del estudio.

El equipo dirigido por Schwartz halló también que los atributos saludables que la publicidad destaca en los cereales infantiles eran a menudo erróneos. Los cereales comercializados como "reducidos en grasa" o "reducidos en azúcar" no tenían menos calorías, como pensarían los padres. En tanto, los productos que las marcas presentaban como "con granos integrales" tenían más fibra, también tenían tanta sal, azúcar y grasa como el resto de las marcas y el mismo contenido calórico.

La industria alimentaria y las autoridades de salud pública están alentando a los niños a desayunar, en especial, cereales listos para comer, afirmaron los autores en Journal of the American Dietetic Association. Para comparar la calidad nutricional de los cereales infantiles y los productos orientados a los adultos, el equipo seleccionó 161 cereales; el 46 por ciento se comercializaba para los niños.

Un cereal ingresaba en esta categoría si tenía un personaje infantil en la caja, si incluía un juguete o un juego dentro o si la empresa colocaba a la marca en la lista de productos infantiles en su sitio de internet. Los cereales infantiles tenían más cantidad de azúcar, sodio, carbohidratos y calorías por gramo que los cereales para adultos y menos proteína y fibra.

El azúcar representaba en promedio más de un tercio del peso de los cereales infantiles, comparado con menos de un cuarto en los productos para adultos. El 34 por ciento de los cereales infantiles cumplían con los estándares de nutrición para los alimentos comercializados en las escuelas, a diferencia del 56 por ciento de los cereales para adultos, informó el equipo.

Los padres que quieren darle a sus hijos cereales saludables deberían optar por las marcas que ofrecen 4 gramos de azúcar por porción (alrededor de una cucharada de té) o menos, recomendó Schwartz, y 4 gramos de fibra por porción de cereal. Como psicóloga, Schwartz le recomienda a los padres de niños pequeños que "deben tomar una decisión y no apartarse de ella porque si se ceden una vez, lo lamentarán".
FUENTE: En Alianza con Medlineplus

sábado, abril 19, 2008

La comida puede transmitir a las personas bacterias resistentes



El uso de antibióticos y otros agentes antimicrobianos a través de la cadena alimentaria contribuye al crecimiento de bacterias resistentes que pueden ser transmitidas a los humanos mediante la comida, dijo el jueves la agencia alimentaria de la Unión Europea (UE). La resistencia de las bacterias se ha convertido en un motivo de creciente preocupación a medida que los antibióticos se vuelven cada vez menos efectivos en la lucha contra las infecciones, dijo la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA por su sigla en inglés) en un comunicado.

Esta situación coincide con un aumento de la resistencia bacteriana y de agentes antimicrobianos en animales, dijo la EFSA, citando un borrador de opinión de uno de sus comités de expertos que estaba analizando las causas de este fenómeno.

La EFSA dijo que los controles de higiene deberían estrecharse en cada fase de la cadena alimentaria, desde la medicina veterinaria hasta el proceso de alimentación y preparación, para evitar el desarrollo y la propagación de resistencias a los antimicrobianos.

Los principales alimentos que transmiten bacterias resistentes son la carne de pollo, los huevos, el cerdo o la carne vacuna, así como las ensaladas frescas, que pueden contaminarse durante su preparación, manipulación y procesamiento, indicó el informe.

El comité halló que esos microbios podían ser transmitidos directamente a las personas desde la comida contaminada de origen animal que posee bacterias resistentes, las cuales podrían infectar a las personas tras su ingestión.

Las bacterias también podrían transmitirse a los seres humanos por el consumo de alimentos frescos generados en tierras regadas con agua contaminada.

Fuente: En Alianza con MEdlineplus/Reuters Health

domingo, abril 13, 2008

Identifican la bacteria que causa el mal aliento


El Solobacterium moorei es el principal microorganismo causante del mal aliento crónico, o halitosis, según afirmó un equipo de biólogos el sábado durante la reunión anual de la Asociación Estadounidense de Investigación Odontológica, en Dallas. El mal aliento persistente, que puede causar mucha vergüenza, aparece por la descomposición de bacterias en la boca, lo que produce sustancias sulfuradas en la lengua con fuerte olor.

"Las bacterias en la lengua generan compuestos con mal olor y ácidos grasos y representan entre el 80 y el 90 por ciento de todos los casos de mal aliento", dijo Betsy Clark, estudiante de la Escuela de Odontología de la State University of New York, en Buffalo. Algunos casos de halitosis se deben a causas pulmonares o en los senos nasales.

En un estudio sobre 21 personas con mal aliento crónico y 36 personas sin este problema, el equipo dirigido por Clark halló el S. moorei en todos los pacientes con halitosis y en sólo cuatro de los participantes utilizados como grupo de comparación. Estas cuatro personas sin halitosis estaban infectadas con S. moorei y tenían periodontitis, una enfermedad de las encías que también produce mal aliento crónico.

En un estudio previo sobre ocho pacientes con halitosis y cinco sin mal aliento, el S. moorei estuvo "presente en todos los pacientes con halitosis, pero no en el resto de los participantes", indicó a Reuters Health en una entrevista telefónica la doctora Violet I. Haraszthy, que participó en ambos estudios. "Otros estudios también hallaron esta bacteria en pacientes con halitosis", agregó.

Haraszthy destacó que, hasta ahora, "no hay demasiada información sobre este organismo". "Como identificamos y hallamos más datos sobre la bacteria que causa el mal aliento, podemos desarrollar tratamientos para reducir su presencia en la boca", dijo Clark a través de un comunicado difundido por la universidad. Como Reuters Health informó el viernes, el mismo equipo de investigadores halló que cepillarse los dientes dos veces por días con una pasta antibacteriana y usar un limpiador de lengua ayuda a eliminar el mal aliento crónico.

Fuente: En Alianza con Medlineplus/Reuters Health

sábado, abril 05, 2008

Consumo materno de pescado potencia desarrollo cerebro infantil

Los hijos en edad preescolar de mujeres que consumieron pescado con bajo contenido de mercurio de manera regular durante el embarazo tendrían una mente más aguda que el resto de los niños, sugirió un equipo de investigadores. Los expertos hallaron que entre 341 niños de 3 años, los hijos de las mujeres que comieron más de dos porciones de pescado por semana durante el embarazo obtenían mejores resultados en las pruebas de desarrollo verbal, visual y motriz.

Por otro lado, los resultados fueron menores entre los hijos de las mujeres con niveles de mercurio en sangre relativamente altos durante la gestación. Y las madres que consumieron pescado regularmente durante el embarazo eran más propensas a tener mercurio en sangre que las no consumidoras, publicó American Journal of Epidemiology.

Estos resultados se suman a la evidencia disponible sobre los beneficios del pescado para el cerebro, pero destacan la importancia de elegir aquellos reducidos en mercurio durante el embarazo. "Las recomendaciones sobre el consumo de pescado durante la gestación debería tener en cuenta los beneficios nutricionales del pescado, como así también los daños potenciales que puede producir la exposición al mercurio", escribió el equipo dirigido por la doctora Emily Oken, de la Escuela de Medicina de Harvard, en Boston.

Los pescados grasos, como el atún, el salmón y la sardina, contienen ácidos grasos omega 3, que son importantes para el desarrollo del cerebro fetal e infantil. El problema es que los pescados grasos son propensos a estar contaminados con mercurio, un metal tóxico para las células cerebrales, en especial de fetos y niños.

Es por esto que se les recomienda a las mujeres evitar ciertos pescados: tiburón, pez espada, peto y blanquillo. Estos pescados son muy ricos en mercurio porque se alimentan de otros y viven más, lo que aumenta la acumulación del metal en su tejido graso. Pero poco se conoce sobre cómo los beneficios de otros pescados con omega 3 equilibran los riesgos potenciales. Hoy, las autoridades de salud en Estados Unidos recomiendan que las embarazadas coman no más de 340 gramos, o dos porciones, de pescado por semana.

En el nuevo estudio, el equipo reunió muestras de sangre de 341 mujeres durante el segundo trimestre de embarazo y les preguntó la frecuencia con la que comían distintos alimentos, incluido el pescado. Cuando los niños tenían 3 años, el equipo les realizó pruebas estándar de vocabulario, habilidades visuales-espaciales y coordinación motriz fina de manos y dedos.
El equipo halló que los hijos de mujeres que habían comido pescados más de dos veces por semana lograban resultados más altos. Pero los hijos de mujeres que tenían niveles altos de mercurio rindieron peor en las pruebas que los niños de mujeres con niveles más bajos.


Sólo el 2 por ciento de las mujeres que nunca habían comido pescado durante el embarazo tenían niveles de mercurio en sangre tan altos, comparado con el 23 por ciento de las que habían comido pescado más de dos veces por semana. Según los autores, lo más importante es que comer pescado reducido en mercurio "potenciaría los beneficios del consumo de pescado".

Los pescados ricos en omega 3, pero relativamente pobres en mercurio, incluyen el atún enlatado bajas calorías, que posee menos mercurio que el atún blanco, y los pescados grasos más pequeños, como el salmón. Los de carne blanca, como el abadejo, suelen tener menos contenido de mercurio, pero también menos omega 3 que los pescados más grasos.

Los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos y la Universidad de Harvard financiaron el estudio. Algunos coautores han recibido fondos de las industrias alimentaria y de suplementos.

FUENTE: En Alianza con Medlineplus/Reuters Health