La falta de información sobre la seguridad de las sustancias hace necesaria una legislación REACH fuerte.
La propuesta de legislación sobre químicos de la Unión Europea, REACH, podría prevenir las potenciales amenazas para la salud infantil, como la reciente contaminación de leche infantil de la empresa Nestlé.
Para que se eviten casos como éste, el texto actual de la legislación ha de ser fortalecido.
Esta leche producida en España se encontraba contaminada con Isopropiltioxantona (ITX), un componente de la tinta utilizada para la impresión del envase de cartón. Existe muy poca información disponible sobre esta sustancia que se produce en cantidades inferiores a 1.000 toneladas anuales.
Es una mezcla de dos isómeros que la Agencia de Protección Medio Ambiental Estadounidense (EPA), considera de alto riesgo ambiental por su toxicidad para los organismos acuáticos. Un estudio de 1999, también de Estados Unidos, señalaba un caso en el que seis trabajadores expuestos a ITX desarrollaron erupciones cutáneas en cabeza y cuello tras exponerse posteriormente a radiación solar.
Sin embargo, la Industria aún no ha aportado información completa, clara y verificable sobre los efectos para la salud del ITX, especialmente si se ingiere como contaminante alimenticio.
“Es increíble que se pueda encontrar este contaminante en alimentos infantiles y que por el contrario sea tan difícil encontrar información sobre sus impactos para la salud. Algo que, por otro lado, es común para el 90% de las sustancias que se comercializan en la UE” -declaró Sara del Río, responsable de la campaña de tóxicos de Greenpeace.-
“Aunque es más sorprendente aún que existan gobiernos en la UE que intenten debilitar cada día más esta legislación, como es el caso del Gobierno español que a través de su Ministerio de Industria, para satisfacer los intereses de las multinacionales de la Industria Química.”
— Greenpeace
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