A partir del momento en que se comienza a fabricar productos a base de plantas medicinales en cápsulas y comprimidos, aumenta su utilización terapéutica y adquieren consideración de medicamentos. Existen varias diferencias entre la Fitoterapia y la Medicina Sistémica
Los primeros manuales herbolarios datan de la época de los asirios, los babilonios y los fenicios y son una recopilación de los conocimientos de la época sobre las propiedades curativas de las plantas.
Así comienza la Historia de la Fitoterapia. Desde el año 3.000 AC hasta nuestros días, hay numerosas referencias y escritos, como el famoso papiro egipcio de Ebers, escrito durante la XVIII de Tebas (1.550 a.C.) que contiene numerosas preparaciones medicamentosas a base de vegetales.
Homero, en una de sus obras, alaba la inmensa riqueza de las plantas de Egipto. En uno de sus relatos cuenta cómo Helena vierte en un tazón un jugo estimulante que da de beber a Telémaco, entristecido por los recuerdos de su padre. Describe la droga de forma que hace fácil identificarla con el jugo de la adormidera, planta de la que se obtiene el opio.
El “sedimento de la cerveza”, lo empleaban los médicos egipcios para numerosas enfermedades, y lo hacían como vehículo de las plantas pulverizadas que debían ser tomadas, ya que el suelo egipcio era rico en plantas aromáticas y medicinales.
Este sedimento egipcio no tardaría, con el transcurso de los siglos, en ser utilizado como “levadura de cerveza” por infinidad de pueblos, para tratar los trastornos digestivos y como depurativo.
Con la llegada del Imperio Romano surgen una serie de geniales médicos, entre los que sobresalen Celso, Andrómaco, Escribonio, Plinio y el más conocido entre los estudiosos de las plantas medicinales, Dioscórides.
Médico y cirujano durante el mandato de Nerón (50-75) se dice que fue el fundador de la materia médica, y el más sobresaliente de los autores que escribieron sobre botánica, ya que durante dieciocho siglos su obra sirvió de base para todos aquellos que se interesaron en el estudio de la Botánica Medicinal.
En otros datos curiosos se sabe, por ejemplo, que Cleopatra utilizaba aloe vera para potenciar su belleza, y hoy esta planta se ha revelado como el tratamiento adecuado para las quemaduras por radiación.
El primer gran libro sobre las propiedades medicinales de las plantas es “De materia médica”, en el año 50 a. C. y que aún hoy, se sigue consultando. Posteriormente en el siglo XI, los monasterios tomaron el relevo convirtiéndose en grandes botánicos.
La preparación de aceites, jarabes y ungüentos a base de plantas medicinales, constituyó durante toda la Edad Media en la piedra angular de la farmacopea universal.
No fue hasta el siglo XVIII cuando España inicia la comercialización de las plantas medicinales, siendo éstas los únicos remedios. A finales del siglo XIX principios del siglo XX, debido al gran avance de la ciencia, se comienza a aislar y sintetizar en el laboratorio, los distintos principios activos, surgiendo entonces fármacos de síntesis, en detrimento de los remedios naturales.
Los fármacos de síntesis son muy útiles en casos de urgencias o cuando se requiere una determinada cantidad de principio activo en un determinado momento, pero presentan gran cantidad de efectos adversos, que en ocasiones pueden ser perjudiciales, por eso se está volviendo a utilizar remedios naturales, por su alta tolerancia, sin efectos secundarios, su mecanismo de acción generalizada y sus formas de administración fáciles y seguras.
A pesar de los siglos de tradición, la fitoterapia- del griego “phyton” (planta) tratamiento de las enfermedades por plantas frescas, secos o sus extractos- ha sabido, pues evolucionar y ha ganado prestigio y eficacia, sobre todo en los últimos tiempos, acercándose cada vez más a las normas y usos que exige la medicina moderna.
Como resultado de ello, actualmente se posee un mejor conocimiento de las propiedades medicinales, se ha incrementado su número, se han desentrañado científicamente secretos de sus principios activos y se han descrito con más precisión sus propiedades, contraindicaciones y efectos secundarios, lo que ha redundado en una más correcta sistematización de su uso y posología.
Consecuencia de la mayor información sobre el potencial terapéutico del reino vegetal, se ha desarrollado la investigación de nuevos preparados a base de plantas, en los que la selección de sus ingredientes se realiza en laboratorios.
Esto ha significado el nacimiento de la nueva fitoterapia, en que la preparación y validación de las formulaciones a base de diversas especies vegetales las realizan profesionales especializados, capaces de satisfacer las necesidades que el usuario de la fitoterapia reclama en aspectos importantes como la prevención y la salud.
El 75 % de los medicamentos tradicionales proviene de sustancias de origen vegetal; el 25% contiene sustancias de origen vegetal, y los fitofármacos son medicamentos elaborados exclusivamente con principios activos de origen vegetal.
Estos principios son vitaminas, minerales, carbohidratos, microelementos y agentes curativos específicos, que ayudan al cuerpo en su lucha contra las enfermedades. Las hierbas se usan mucho para aliviar la enfermedad e impedir que ésta retorne.
Desintoxican al organismo y apoyan al sistema inmunológico, ayudándole a mantener el equilibrio.
Pero existen varias diferencias entre la Fitoterapia y la Medicina Sistémica.
En primer lugar, la Medicina Sistémica se fundamenta en la Teoría de los Sistemas Vivientes del ing. José Olalde, que establece que todo sistema vivo requiere Energía, mecanismos reguladores (Inteligencia) y estructura y función orgánica (Organización).
La Fitoterapia trata al órgano enfermo, en cambio, la Medicina Sistémica trata al sistema humano en su integralidad, trata las causas de la enfermedad y busca recuperar el equilibrio (homeostasis).
La Medicina Sistémica al igual que la Fitoterapia, aportan información que permite disminuir la entropía (desorden) del sistema viviente, sin embargo, la Fitoterapia utiliza únicamente plantas medicinales y la Medicina Sistémica utiliza cualquier tratamiento que permita la recuperación del enfermo.
Las dosis de plantas medicinales utilizadas por la Fitoterapia a menudo son imprecisas, debido a que se prescriben en forma de tinturas, decocciones, y plantas secas.
Las dosis de adaptógenos utilizados por la Medicina Sistémica han sido estandarizadas, y se prescriben en forma de cápsulas que contienen polvos de determinadas partes de las plantas o sus extractos, que también han sido estandarizados.
Por último, en muchas ocasiones, la Fitoterapia es ejercida por personas sin entrenamiento médico, en cambio, la Medicina Sistémica es ejercida únicamente por médicos graduados, rigurosamente entrenados.
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