Actualmente las industrias aseguran que no consiguen materia prima
RAQUEL BARREIRO C.
EL UNIVERSAL La industria enlatadora de sardinas está preocupada por la falta de materia prima para mantener sus niveles de producción, y aseguran que será a partir de mayo cuando empiece el ciclo biológico de recuperación de la sardina en las costas venezolanas.
Emilio Abreu, director ejecutivo de la Cámara Venezolana de la Industria Enlatadora de la Pesca (Cavenpesca), explicó que actualmente las empresas se enfrentan a una ausencia casi total de sardina fresca para enlatar, y que la situación se viene agravando desde el mes de julio.
"Prácticamente no hay materia prima para enlatar. Es necesario que se aplique una política general para que se proteja a esta especie, porque estamos viendo los efectos de la falta de esa política".
La escasez de sardina enlatada en los mercados de todo el país tiene su origen en varios factores como el incremento en la captura de la especie durante varios años, lo que originó una caída en la extracción el año pasado y un incremento de las exportaciones.
"Debemos pensar primero en el mercado nacional y en cómo proteger la especie. Es necesario una política que controle todo esto.
En los últimos años se ha incrementado la pesca, incluso ha habido mayor liberalidad en las artes de pesca, lo que afecta a la población de sardinas.
Además la exportación ha sido mayor y han aparecido nuevas empresas en el país, que requieren materia prima, todos estos son elementos que deben ser controlados por una política de desarrollo sustentable y sostenible de la especie".
Las cifras oficiales del Ministerio de Agricultura y Tierras indican que el año pasado se capturaron 135.000 toneladas de sardinas, lo que representa una caída de aproximadamente 50% en la captura.
"La industria requiere al año entre 70 y 80 mil toneladas de sardina para trabajar todo el año, pero en 2005 recibimos sólo 40 mil toneladas".
El sector de las empresas enlatadoras de sardinas da empleo a 8.000 personas aproximadamente y están preocupados por la reducción de la producción, lo que de alguna manera puede afectar la normalidad en este mercado laboral.
Protección a la especie
Daniel Novoa, ex presidente del Instituto Nacional de Pesca, explicó que desde 1984 hasta 1998 la producción de sardinas ha aumentado de manera prácticamente continua al pasar de algo menos de 49.000 toneladas a más de 186.000 toneladas.
"En los años subsiguientes se ha registrado una tendencia bastante irregular hacia la baja pero manteniendo niveles cercanos a los máximos históricos, aunque cifras de 2004 y 2005 tienden a acentuar la caída en la producción anual de sardina".
Novoa señala que desembarques de hasta 200.000 toneladas no representan peligro de sobrepesca del recurso sardinero.
"Pero si a las cifras oficiales de desembarque se le suman las cantidades desconocidas que ilegalmente se destinan a la fabricación de harina, posiblemente estemos rebasando ese nivel de seguridad que se había fijado basado en estudios científicos y empleando el enfoque precautorio en el manejo de las pesquerías".
El ex presidente de Inapesca asegura además que desde 1995 se han dedicado cantidades crecientes del producto a la exportación, sobre todo al mercado brasileño.
"En ese país acabaron con la especie y ahora buscan nuevos mercados, y cada vez sacan más sardina de Venezuela. Por eso es necesario establecer una política para equilibrar esta situación y preservar la especie".
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