Cómo vencer la timidez

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Poco preocupante en pequeñas dosis, la timidez puede convertirse en un handicap social cuando alcanza niveles exagerados, especialmente para el desempeño normal de la vida diaria. No obstante, existen soluciones para afrontar y superar la timidez natural de muchas personas.

La timidez, una sensación que todo el mundo conoce

Mientras que algunas personas se integran de forma natural en un grupo y pueden entablar fácilmente una conversación con desconocidos, otros se tienen que tomar su tiempo antes de acercarse a otras personas y especialmente los tímidos prefieren aislarse o marcharse de un encuentro social para evitar la ocasión de tener que verse confrontados a un desconocido.
Una persona tímida se reconoce más que por su sonrisa forzada, su mirada huidiza, o el rubor de sus mejillas. Se puede ser tímido y mostrarse como una persona fría, rígida e insensible para disimular la ansiedad.

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En efecto existen situaciones donde incluso los más confiados se sienten incómodos, como si se tratara de un examen oral o a la hora de hacer un discurso en público. Sin embargo, una timidez permanente puede ser el signo de un malestar interior que puede impedir a una persona sentirse feliz y realizarse.

Las causas de la timidez

La timidez no es una enfermedad, se trata de un rasgo del carácter que se manifiesta más o menos en función de la emoción resentida. En algunos casos, la timidez puede ser una cuestión de herencia fisiológica.
Igualmente, el entorno juega un papel importante en el desarrollo de la timidez: unos padres demasiado tímidos o muy severos o por el contrario que tienden a idealizar a su hijo, o unos padres distantes podrían inconscientemente conllevar a que su hijo encuentre ciertas dificultades a la hora de controlar una relación.

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Por supuesto, la timidez suele ser también el resultado de experiencias vividas en el pasado: una humillación, un fracaso pueden estar en el origen de una timidez más arraigada.

Técnicas para vencer la timidez

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La timidez es un sentimiento que se trabaja con el tiempo. Por supuesto, la mejor solución para vencerla es la de hacer el esfuerzo de ir al encuentro de los demás. En contacto con los demás se aprende a sentirse más a gusto con los otros. No se trata de cambiar de actitud de la noche a la mañana, puesto que vencer la timidez es un proceso lento que requiere cierta paciencia.
Se puede comenzar por gestos sencillos, como decir buenos días a alguien intentando mirarle a los ojos, por ejemplo. Dicho de otra forma, existen terapias cognitivas y de comportamiento como las de grupo o la sofrología que aportan resultados satisfactorios en la superación de la timidez.
La timidez es un problema más corriente de lo que pensamos, pero en ningún caso se puede considerar que sea una enfermedad. Su comprensión es de hecho un primer paso para intentar superarla. Una buena terapia, con ayuda de un especialista, puede ser un paso muy importante a la hora de vencerla.