Cuidado de tu piel:
Evitemos exponernos al sol durante las horas de mayor intensidad (de las 9:00am a las 15:30pm), cubrirse el cuerpo lo más que se pueda ya sea con ropas sueltas que permitan la rápida evaporación del sudor como con pantallas solares.
Tomar mucho agua así no se presente sed es muy importante, para evitar deshidratarnos y sentirse agobiado en los días de mucho calor.
Si sufre quemaduras: La piel debe sanar por sí sola, pero puede aplicarse un gel con aloe vera, crema con vitamina E o saquitos de té negro fríos para aliviar el dolor. Si le duele demasiado, llene la bañera con agua fría y media taza de bicarbonato de sodio y sumérjase en ella.
El cabello en verano:
Es importante que mantengamos una buena alimentación.
Es necesario ingerir vitaminas y minerales necesarios para mantener un cabello fuerte y sano, con un brillo natural. Algunas vitaminas como todas las del grupo B, C y A junto a minerales como azufre, calcio y fósforo son necesarios para un cabello en perfectas condiciones. Estos nutrientes los podemos encontrar en alimentos como las verduras, las carnes magras y los pescados, junto a la levadura de cerveza, que nos aportará fortaleza y vigor.
A la hora de limpiar el cabello es necesario que utilicemos champú suave que sean compuestos con un ph neutro que no afecte a nuestro cuero cabelludo, ya que puede producirnos sequedad y descamación entre otras.
Los ojos y el sol:
Para cuidar nuestros ojos en verano se recomienda utilizar gafas de sol con filtro homologado y gorras o viseras que protejan del sol, limitar la exposición solar, evitar el uso de lentillas en el mar o la piscina o utilizar periódicamente colirios para aliviar la sensación de sequedad e irritación ocular.
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