sábado, agosto 27, 2011

Cuidando el consumo de sal



La sal es todo un tema en la salud de las personas. Siendo cierto que el consumo de sal en forma nula no es muy saludable en casos de personas en las que esto no es necesario, también es cierto (y sabido) que en las personas que sufren ciertas enfermedades el consumo de sal en exceso puede causar varios problemas.

Si se consume sal en las comidas de forma desmedida, los problemas no tardarán en aparecer, se esté en la edad en la que se esté y cualquiera sea el estado de salud de la persona. Es un hecho: la sal consumida exageradamente hace mal.

La hipertensión arterial es un riesgo que se corre en primera instancia si se consume sal de forma exagerada. Nuestro corazón puede pagar los costes de que el individuo sea fanático de la sal, y los daños que ésta puede causar al organismo llegan hasta el daño en la memoria, pues se ha comprobado que este aderezo consumido sin límites apropiados puede dañar nuestro cerebro y nuestra capacidad para recordar cosas.

¿Qué puede hacerse al respecto? Las estrategias para sustituir la sal en la mesa son varias, y los elementos suplentes pueden suplirla sin ningún problema. El limón, las hierbas, especies, el vinagre… todos estos elementos pueden utilizarse para suplantar a la sal en las comidas, y con un poco de costumbre ni se notará la diferencia.

Una persona que consume sal hace años y que considera a ésta como un aderezo imprescindible probablemente tenga ciertas reticencias a sustituir la sal por otro condimento haciendo alusión a que la comida perdería sabor. Esto es falso. La comida tiene sabor propio. Lo que hace la sal es agregarle otro gusto.

Pasadas unas semanas comiendo sin sal (o con poca) se podrá comenzar a sentir el verdadero sabor de la comida, pues si se consume en exceso la sal puede tapar el verdadero gusto de los alimentos. Es cuestión de voluntad y de actitud. Si tu salud está en juego cuídate de la sal, el sacrificio no es tan grande.


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