Alimentos para combatir el mal aliento

Además de indicarnos que nuestra salud bucal no está del todo bien, tener mal aliento es una experiencia vergonzosa. ¡Qué incómodo es hablar de cerca con alguien que sufre de mal aliento! Y por supuesto, mucho más incómodo es para quien lo padece... En VivirSalud ya te hemos enseñado varias maneras de prevenir y eliminar el mal aliento; una de ellas tiene que ver con nuestra alimentación. En este artículo profundizamos un poco más en aquellos alimentos para combatir el mal aliento o halitosis. Queso y yogurt. ¿Acostumbras a comer queso y beber yogurt en tus desayunos? Si es así vas por buen camino pues esta combinación es excelente para prevenir el mal aliento. Comer queso luego de las comidas ayuda a neutralizar ciertos ácidos de los alimentos causantes de la halitosis. Mientras tanto, se ha demostrado que beber yogurt al menos dos veces por día reduce los niveles de sulfuro de hidrógeno, un compuesto que agrava el mal aliento. Manzanas, zanahorias y apio. Estos alimentos tienen propiedades que nos ayudan a limpiar nuestros dientes. Obviamente, no son una pasta dental pero sí buenos limpiadores naturales para nuestra higiene bucal. Taza de té negro. Los polifenoles presentes en el té previenen el desarrollo de las bacterias que provocan el mal aliento. Se ha demostrado también que ayuda a prevenir las caries. Sin embargo, no debes excederte en el consumo de cafeína porque reseca la boca. Bebe té con moderación o inclínate por el café descafeinado. Caramelos sin azúcar o goma de mascar. Mientras sean sin azúcar, las golosinas pueden ayudarte a prevenir el mal aliento porque estimulan la producción de saliva en la boca. La saliva actúa como limpiadora. Agua. Bebe al menos 8 vasos de agua por día. Si no nos mantenemos lo suficientemente hidratados, la boca queda reseca y por tanto, factible de mal aliento. El agua funciona como “saliva artificial”. Por supuesto, estos alimentos deben ser complementarios a una rutina de buen cepillado de dientes y uso de hilo dental después de cada comida y al levantarse y al irse a dormir. Recuerda que si la condición persiste lo mejor es consultar con tu odontólogo.