La humedad que prepondera en las axilas favorece la aparición de bacterias y hongos. Por eso te ofrecemos aquí una serie de consejos para tener axilas saludables, parte fundamental de una buena higiene corporal.
El método primario de higiene de las axilas es el lavado con agua y jabón. Aunque uses desodorantes o antitranspirantes, es necesario lavarlas al menos una vez al día para eliminar las bacterias que fermentan el sudor y hacen que huelan mal.
Los desodorantes contienen sustancias que matan las bacterias e impiden que el sudor que se produce en las axilas adquiera mal olor. Los antitranspirantes, en tanto, reducen la producción de sudor al obstruir los poros a través de los que se vierte a la piel.
Su composición química es en base a sales de aluminio, que daña el canal excretor de las glándulas del sudor. Si bien no se ha demostrado que el uso de estos productos favorezca el cáncer de mama, sí podrían incidir en las infecciones axilares, como la hidrosadenitis o comúnmente conocida como “golondrino”.
Existen también absorbentes de olores, que son sustancias que retienen las moléculas responsables del olor corporal, producidas en su mayor parte por las bacterias. Así aparece publicado en el libro Cómo tener un cuerpo sano del doctor Jorge Pamplona Roger. Por lo tanto, una buena higiene con productos naturales y utilizando aquellos que simplemente eviten los malos olores, nos permitirán tener axilas sanas en el marco de un bienestar corporal generalizado.
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