El verano llega siempre con calor, y acompañarlo de una limonada es la idea más refrescante que puedes tener. Su capacidad para quitar la sed al instante la vuelve un refresco excelente, que además aporta energía debido a las propiedades del limón. Pero detrás de esta bebida no sólo hay refresco.
Las propiedades de la limonada son múltiples, muchas más de las que te imaginas. Proponemos hoy un recuento de las mismas para conocer los beneficios de este delicioso jugo y para que cuando lo bebas lo hagas convencido de que te hace bien.
En primer lugar es muy buena para el estómago, pues puede actuar contra los problemas digestivos cuando se mezcla con agua caliente. Náuseas, dolor de estómago y parásitos están en la lista. Además, el limón actúa como un purificador de la sangre, eliminando toxinas del torrente sanguíneo y contribuyendo a tener un cuerpo más sano.
Además, en lo que respecta a eliminar toxinas, la limonada es ideal para limpiar la piel. El limón es un antiséptico natural, que puede contribuir a limpiar tu piel de impurezas y hacer que ésta se vea más firme, joven y suave. La vitamina C contenida en el limón actúa para ello.
El limón ayuda a combatir infecciones, incluidas las que ocurren en la boca (caries) y en la garganta. Además, es una fruta que actúa reduciendo la fiebre y mejorando los estados gripales, lo cual justitica su consumo también en meses fríos.
Finalmente, la limonada es una bebida excelente para personas que están siguiendo dietas para adelgazar, ya que uno de los mayores beneficios del limón es que activa el metabolismo contribuyendo a quemar las grasas que sobran en nuestro cuerpo.
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