Ya hemos hablado, en “Para que el bebé coma solito”, sobre lo importante que es incentivar al pequeño para que aprenda a comer por sus propios medios y la responsabilidad que en ello tienen, sus padres. Pero lo que olvidamos especificar en aquella instancia, fueron esos elementos fundamentales, que se constituyen en una grandiosa ayuda a la hora de iniciar esa enseñanza.
Esos elementos son tres: la sillita alta, el babero y las tazas.
En lo que refiere a la silla alta, debemos asegurarnos por sobre todas las cosas que provea seguridad. Para ello algunos aspectos son prioritarios. Primero que nada la sillita debe ser firme, mantenerse estable y no tambalearse. Además es ideal que tenga un arnés o un cinturón de seguridad, en lo preferible con forma de T (es decir que cruce por las caderas y las piernitas del bebé) o de cinco puntos (que permite asegurar firmemente al bebé para que no se resbale ni se deslizarse fuera de la silla)
Otra cosa a cerciorarnos, es que la sillita tenga trabas en la bandeja que la fijen bien fuerte a la silla, que no tenga bordes filosos que sobresalgan, o accesorios que cuelguen (que podrían llegar a ser extremadamente peligrosos para la seguridad del bebé, si esté los tomará y se los llevara a la boca o el bolsillo).
Una manera fácil de asegurarnos que la silla satisfaga todas las precauciones de seguridad necesarias, revisar que la misma halla recibido el sello de aprobación de la Asociación de Fabricantes de Productos para Niños (la JMPA, por sus siglas en Inglés), una organización nacional que ha establecido normas de seguridad para numerosos productos infantiles.
Además de la silla, el otro elemento infaltable es el babero. Lo mejor es que sea de plástico con una bolsita diseñada para atrapar la comida que se le cae. Los platos utilizados además, deberían ser de plástico bien pesado a modo de que no se muevan en la bandeja de la silla alta
En el caso de los baberos, la ayuda no es tanta para el niño, sino para la mami o el papi; pues gracias a los baberos tendremos menos que limpiar, y además nos animaremos a incentivar con más fuerza a nuestros bebés a que coman solitos sin limitarnos por el miedo de que hechen a perder su ropa o algún otro elemnto. Si nosotros no nos limitamos, tampoco los limitamos a ellos.
Y por último están las tazas, indispensables para darle al bebé los líquidos. A medida que el bebé crece, debemos ayudarle a desarrollar destrezas sin que derrame todo en la mesa. Para ello es de gran ayuda utilizar los distintos tipos de tazas diseñados para cada fase del desarrollo. Cada una esta realizada con un tamaño y una forma que se adapta a las necesidades del pequeño para que todo sea más fácil de manejar, divertido de agarrar y, por su puesto, más difícil de derramar.
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