El bipedismo ha sido uno de los logros de nuestra especie que más han aclamado los científicos, en especial los antropólogos. Como sabemos, ésta ha sido una característica que nos ha diferenciado notablemente de los primates, entre otras en las que por ejemplo estan los dientes, la capacidad craneana y la ausencia de prognatismo, entre otras.
Pero centrémonos en el bipedismo y trasladémoslo a la vida contemporánea, dejando de lado los dos millones de años que nos separan de los primeros homo. Hoy en día el bipedismo nos trae algunos problemas si no sabemos manejarlo bien, especialmente en nuestros pies.
Es por eso que unos buenos zapatos son de importancia esencial para la salud de nuestros pies. Pensemos que nuestro cuerpo concentra todo su peso en su parte superior, y las partes inferiores de nuestro organismo son muchísimo más livianas que las superiores. Todo el peso de nuestro cuerpo recae en nuestros pobres pies, y si no los cuidamos con un buen calzado de seguro tendremos que afrontar serias complicaciones.
Es por esto que la importancia de un calzado apropiado es esencial. Ya he hablado de cómo debe ser un buen calzado en una ocasión en VivirSalud, pero no está de más repasar un poco para tener idea de lo que estoy hablando.
Un zapato debe tener suela gruesa, pero no demasiado. Si es muy gruesa el pie puede verse afectado por la forma antinatural de pisar, y si es muy fina será casi como tocar el piso directamente con los pies, y los huesos pagarán por ello. También no debe ser muy apretado ni muy holgado, el término medio, y si tu calzado es demasiado holgado será mejor que vayas pensando en comprarte uno nuevo.
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