La incontinencia es uno de los problemas más comunes que afectan a
las personas, aunque no todas están dispuestas a admitirlo. Por ello
aquí te dejamos unas sencillas y buenas prácticas para tratar la incontinencia y prevenir sus malestares.
Ejercicios de Kegel
Estos
ejercicios se basan en la flexión de aquellos músculos que se utilizan
para interrumpir el flujo urinario, tonificándolos y permitiéndoles
tener un mejor control para cuando se desee contener la orina. La
práctica de los ejercicios de Kegel de forma continua
entre 6 y 12 semanas te permitirá obtener una notoria mejoría,
debiéndose consultar a un fisioterapeuta para que te instruya sobre la
mejor forma de practicar estos ejercicios.
Cuida tu peso
La grasa
acumulada por el exceso de peso efectúa una marcada presión sobre la
vejiga y los músculos pélvicos, provocando ganas de orinar de forma
continua. Por ello, bajar de peso es muy importante para combatir la
incontinencia y el control de la vejiga.
Dominar la vejiga
Este
punto hace referencia a las influencias psicológicas que acompañan a la
incontinencia. Ni bien sientes ganas de orinar, sales corriendo para el
baño como si te fuera la vida en ello. Dile a la orina que espere,
intentando retrasar la micción entre 10 o 20 minutos gradualmente. Verás
como con el tiempo tu organismo se acostumbra, provocando la necesidad
de orinar a horas habituales y bien separadas entre ellas.
Magnesio
Un
estudio de la Universidad de Tel Aviv demostró que dos píldoras de
hidróxido de magnesio al día son suficientes para reducir la
incontinencia urinaria, notándose en más de la mitad de los pacientes
que participaron la reducción de sus visitas nocturnas al baño. Esto se
debe a que el magnesio
es un relajante muscular y nervioso y permite reducir los espasmos en
la vejiga y músculos pélvicos. Por ello es muy recomendable consumir
alimentos ricos en magnesio en casos de incontinencia, como patatas,
maíz y plátanos.
Vitamina D
La vitamina D
es importante para el consumo de calcio y la salud ósea, además de
constituir un factor clave a la hora de reducir el riesgo de
incontinencia. Como la deficiencia de esta vitamina es algo común en
gran parte de la población, en caso de incontinencia sería mejor que
controlaras tu consumo de vitamina D,
asegurándote de asimilar 600 UI vitamínicas al día. El pescado, los
huevos y la leche reforzada son alimentos excelentes para ello.
Abandona el tabaco
Dejar
de fumar es algo que deberías hacer de todas formas, pero si además
padeces incontinencia, el abandono de los cigarrillos debería ser
inmediato. Su relación con la incontinencia se debe más a un efecto
secundario, ya que lo que aumenta el riesgo de desarrollar incontinencia
es la tos crónica vinculada al tabaquismo, debido a que esta induce a
un esfuerzo y prolapso de los órganos pélvicos.
Elimina la cafeína
Si
bien colocamos este punto casi a lo último, se trata de una de las
primeras acciones que deberías tomar en caso de incontinencia, pues la
cafeína es reconocida como un fuerte diurético y por provocar
irritaciones en la vejiga y contracciones musculares. Su consumo tendría
que ser suspendido de inmediato, así como el de otras bebidas que
estimulan la micción, como el alcohol.
Beber agua
Aunque
parezca raro para este caso, beber el agua necesaria es muy importante
para la incontinencia. La mayoría de la gente que padece este problema
tratará de tomar la menor cantidad de liquido posible para así reducir
la producción de orina, pero lo cierto es que esta medida solo estaría
provocando estreñimiento e irritando la vejiga. Se recomienda beber
entre 6 y 8 vasos de agua al día y preferiblemente durante el día, para
así ahorrárnos las visitas nocturnas al baño.
Con estas sencillas prácticas estarás ayudando a prevenir o reducir
tu incontinencia, pero recuerda que si tu caso fuera más serio, debes
consultar a un médico para que realmente diagnostique profesionalmente
tu caso.
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