
El desequilibrio hormonal conlleva una serie de riesgos que pueden afectar gravemente nuestra salud (como causar varias clases de cánceres) y si bien estos desequilibrios se presentan en ambos sexos, las fluctuaciones en los niveles del estrógeno y progesterona son más comunes e intensas en las mujeres, especialmente durante el período de la menopausia (entre los 35 y 50 años).
La alteración de los niveles de estrógeno, denominada dominación del estrógeno, puede deberse a múltiples causas así como constituir un síntoma de varias enfermedades, por lo que controlar esta hormona es de vital importancia para mantener un buen estado de salud.
En este sentido, se han identificado varios alimentos, especialmente las legumbres, capaces de controlar esta alteración hormonal, siendo uno de ellos el garbanzo, el cual, debido a sus compuestos fitoestrogenos, funciona como un buen sustituto y nivelador del estrógeno.
La dominancia del estrógeno

Esta alteración hormonal
se produce cuando se rompe la proporción entre progesterona y
estrógeno. Naturalmente, la progesterona reduce su nivel a medida que la
mujer va alcanzando su madurez, momento en el cual el estrógeno es la
hormona dominante, pero este estado puede verse alterado por la
influencia del estrés excesivo, las enfermedades hepáticas, las
inmunodeficiencias o el efecto de algunas fuentes alimenticias y
ambientales.
Algunos síntomas típicos de esta alteración hormonal
pueden ser el aumento de las mamas y disminución de la libido,
depresión, cansancio, dolores de cabeza, insomnio y aumento de peso.
Como ves, el desequilibrio de estrógeno no se trata de un mal menor, ya
que incluso en cuadros más graves podría llegar a provocar el síndrome
premenstrual, endometriosis, infertilidad, cáncer de mama, quistes de
ovario y fibromas.
Garbanzos y estrógeno

Vistos todos los problemas que el desequilibrio de estrógeno puede
provocar, es muy importante intentar equilibrar sus niveles en el
organismo, y una forma fácil y nutritiva de hacerlo es mediante el consumo de garbanzos.
Estas legumbres son muy ricas en fitoestrogeno, un compuesto vegetal
que desempeña prácticamente las mismas funciones que el estrógeno, por
lo que resulta ideal para equilibrar sus niveles. Además, los garbanzos
poseen unas marcadas propiedades antioxidantes, antimicrobianas y
antiinflamatorias, así como proporcionan un buen aporte de fibra
soluble, que resulta muy beneficioso para reducir los niveles de
colesterol, da una sensación de saciedad luego de las comidas y permite
regular los niveles de insulina y azúcar en la sangre.
Antes de sumar este alimento a tu dieta deberás consultar con un
médico, ya que el consumo de fitoestrógenos para solucionar problemas
hormonales se debe de realizar de una forma muy controlada para que no
tenga contraindicaciones.
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