
Caminar es un ejercicio ampliamente reconocido por sus beneficios para la salud, pero si lo hacemos en un parque o en un gimnasio, o simplemente durante nuestros desplazamientos cotidianos, siempre lo haremos con los zapatos puestos, los cuales muchas veces son los principales causantes de problemas podológicos como la tensión en los arcos, formación de juanetes, dedos cruzados o simplemente un molesto dolor.
Por ello, el caminar descalzo constituye un ejercicio excelente para los pies, fortaleciendo sus músculos y previniendo la caída de los arcos. Además, este es un ejercicio sumamente fácil que puede practicarse en el hogar mientras se realizan otras tareas.
Aquí te dejamos algunos consejos para que puedas comenzar a ejercitar tus pies caminando descalzo por toda la casa.
Calentamiento previo

Para ello, deberás pararte derecho y con los pies planos, comenzando a elevar y descender todos los dedos de los pies.
Esta práctica es excelente para estirar los músculos y tendones de esta
zona, así como lo es manejar un palo de amasar o una botella con las
plantas, haciéndolo girar hacia delante y hacia atrás.
Caminar de puntillas
No se trata de simular ser un bailarín de ballet, sino de ejercitar
los tendones, tobillos y pantorrillas de una forma muy saludable. Solo
tienes que caminar descalzo con la punta de los pies, a
la vez que extiendes los brazos a los lados del cuerpo. Esto repercute
de forma muy positiva en los arcos del pie, ayudando a evitar los pies
planos.
Más ejercicios para los pies

Como ves, todos estos ejercicios se basan en caminar descalzo
por la casa, pero también puedes variarlos con otras practicas que, si
bien requieren un poco más de esfuerzo, otorgan mayores beneficios al
cuerpo.
En primer lugar, intenta subir y bajar escaleras de la misma forma en
que que venías recorriendo el resto del lugar, pudiendo probar también a
saltar de algunos escalones no muy altos y aterrizar con toda la planta
del pie.
Seguramente alguien de tu familia podrá pensar que te has vuelto
loco, pero la verdad es que estás ejercitando tu cuerpo de una forma muy
natural y sencilla, además de estimular el flujo sanguíneo.
Caminar descalzo es un excelente ejercicio para
mantener fuertes y saludables tus pies, además de fomentar otros
beneficios para el corazón y la buena circulación sanguínea. Anímate a
practicarlo, no te quitará nada de tiempo y además puede hasta
resultarte divertido.
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