Ayer hablábamos de las cardiopatías en ambos sexos. Siguiendo con la línea temática iniciada, esta vez hablaremos de la hipertensión y sus actuales niveles en la población.
Se ha llevado a cabo un estudio en la Universidad de Compostela que indica que un veinticinco por ciento de la población hipertensa desconoce que padece la enfermedad, y otro veinticinco por ciento sabe que lo es pero no consulta al médico. A este cincuenta por ciento debe añadírsele la cantidad de personas que consultan a su médico pero no siguen sus recomendaciones e indicaciones.
En España, la hipertensión arterial es uno de los principales causantes de la muerte cardiovascular y por cardiopatía isquémica, lo cual sugiere que es un problema de no menor atención.
Los médicos recomiendan que el cardiópata se tome la presión de forma regular para prevenir eventuales desgracias. La hipertensión es una carrera contra el tiempo, puesto que si no se trata a tiempo podría causar un ataque cardíaco sorpresivo. La presión de un cardiópata que jamás sufrió ataques debería oscilar entre los valores de ocho y trece, mientras que en un cardiópata que no sufrió ataques debería situarse entre los valores de nueve y catorce.
La educación en materia cardiovascular es una materia pendiente que debe aplicarse. Muchos jóvenes deben conocer no sólo los mecanismos cardiovasculares patológicos, sino que también si son hipertensos ó no, y cómo prevenir ataques cardíacos. La única manera de que las personas se preocupen por su salud es conscientizándolas.
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