viernes, abril 24, 2009

Inyeccion contra la incontinencia urinaria de la mujer



Un estudio realizado por un equipo de científicos austríacos, dirigidos por Hannes Strasser -de la Universidad de de Innsbruck, Austria- y publicado recientemente en la revista científica británica “The Lancet“, ha revelado que una inyección podría ser capaz de mitigar la incontinencia urinaria en las mujeres.

La inyección responsable de tan importante suposición, es una inyección transuretral de mioblastos y fibroblastos autólogos (procedentes del propio paciente).

El equipo de científicos austríaco realizó el estudio inyectando mioblastos (que son las células embrionarias, responsables de originar la muscular) y fibroblastos (las células que forman parte de la estructura de la mayoría de los tejidos del cuerpo) a 42 mujeres de un grupo de 63, que sufrían incontinencia urinaria.

Al mismo tiempo, los científicos aplicaron a las 21 mujeres restantes (de ese grupo de 63) inyecciones convencionales de colágeno.

Lo que descubrió este equipo fue que pasados doce meses, 38 mujeres de las 42 que habían sido inyectadas con sus propias células ya no padecían más incontinencia urinaria, mientras que en el segundo grupo (inyectado con colágeno) sólo dos de las mujeres habían presentado mejoras.

Además, en las pacientes del primer grupo, había aumentado el grosor del músculo responsable de las contracciones de la uretra, un 59 por ciento en comparación con el segundo grupo experimental, en donde solo había incrementado un 9 por ciento.

Pero no solo el grosor aumentó, también lo hizo a contractibilidad muscular del músculo, que en las pacientes sometidas a inyecciones de sus propios fibroblastos y mioblastos, había crecido un 268 por ciento. Mientras que en las demás, solo lo había hecho en un 15 por ciento.

Para los autores del estudio, estos resultados revelan que las inyecciones de mioblastos y fibroblastos extraídos de las propias pacientes, mitigan la incontinencia urinaria de una forma mucho más efectiva que las inyecciones de colágeno. Tal afirmación es importantísima, en cuanto contradice anteriores, que subrayaban la eficacia del tratamiento con colágeno.

Evidentemente, es necesario extender las pruebas a un mayor número de pacientes para llegar a resultados más confiables y reveladores. Sin embargo los investigadores afirman que la inyección de células autólogas en la uretra y en el músculo que controla sus contracciones, podría convertirse en un tratamiento extendido y representar el comienzo de una nueva era de la uroginecología.


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