La industria procesadora de harina de maíz precocida espera que en los próximos días se concrete la solicitud que le han hecho al Ejecutivo Nacional de aumentar el precio de la harina hasta por lo menos 1.578 bolívares el kilo, es decir, 328 bolívares.
Fuentes relacionadas con el sector empresarial señalaron que en la reunión del pasado jueves en la que participaron representantes del Gobierno, de la industria y los productores, se expuso el actual panorama de comercialización del maíz y la dificultad de poder colocar la totalidad de la cosecha si no se aumenta el precio de la harina de maíz.
Actualmente existen 900.000 toneladas de maíz sin comercializar, y la industria procesadora de harina de maíz podría adquirir 700.000 de este total, si aprueba un ajuste en el precio regulado del producto, cuyo último aumento fue en noviembre de 2004.
Ante esta propuesta, los representantes del Gobierno presentes en la reunión, el ministro de Agricultura y Tierras, Antonio Albarrán; y la ministra de Industrias Ligeras y Comercio, Edmeé Betancourt, señalaron que "se comprometían a hacer las diligencias posibles para lograr un aumento justo, lo más reducido posible", explicó la fuente.
Los miembros del sector productivo esperan que en dos semanas se pueda contar con el nuevo precio.
El sector industrial todavía tiene inventarios en los silos, por lo que aseguran que mantendrán la producción y alejan toda idea de que se produzcan problemas de abastecimiento, sin embargo, aseguran que esta situación no se puede mantener por siempre.
Cabe recordar que el primero de diciembre del año pasado el Gobierno aumentó el precio del kilo de maíz desde 514 bolívares hasta 560 bolívares.
"Esto se tornó en un pañito caliente, pero no se resolvió el problema, porque después del 1 de diciembre no ha habido compras a los agricultores y por eso tenemos 50%, la mitad de la cosecha de maíz del año pasado todavía en manos de los agricultores y no ha podido llegar a ser comercializado", explicó el presidente de Fedeagro, Gustavo Moreno.
Otro punto que está generando diferencias entre los productores y la industria es el pago retroactivo de la cosecha que se había vendido antes de que fuera ajustado el precio a 560 bolívares.
Por otra parte, se logró comenzar la negociación de 300 mil toneladas de maíz que deberá adquirir la industria de alimentos balanceados para animales, esto representa 30% del total de la cosecha que estaba sin colocación.
Este fue un compromiso al que se llegó luego de la reunión que se realizó el pasado jueves en el Palacio Blanco.
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