Se sabía que el consumo de grandes cantidades de carne roja podría aumentar los riesgos de padecer cáncer de colon.
Ahora, investigadores británicos parecen haber descubierto el mecanismo que provoca el riesgo de la enfermedad.
El equipo de científicos de la Unidad de Nutrición Humana Dunn en Cambridge y el Departamento de Química de la Universidad Abierta en Inglaterra cree que la carne roja daña el ADN del organismo y esto aumenta los riesgos de la enfermedad.
Tal como le dijo a BBC Mundo el doctor Alfredo Carrato, presidente de la Sociedad Española de Oncología Médica, este estudio "es muy importante porque comprueba a nivel molecular, lo que ya se sabía en investigaciones epidemiológicas anteriores".
Evidencia molecular
El año pasado, el equipo de Dunn publicó los resultados de una investigación epidemiológica que mostraba que la carne roja y la procesada estaban asociadas con el aumento en el cáncer intestinal.
El estudio, el más amplio llevado a cabo hasta ahora, fue realizado con 500.000 personas durante más de 10 años.
Este demostró que la gente que comía regularmente más de dos porciones diarias de este tipo de carne tenían tres veces más posibilidades de desarrollar la enfermedad.
Las personas que comían menos de una porción a la semana no mostraron ese riesgo.
En la investigación más reciente, sin embargo, los científicos buscaron una correlación biológica o cambios fisiológicos que pudieran explicar los resultados del estudio epidemiológico previo.
Los investigadores obtuvieron células del revestimiento del colon de voluntarios sanos que consumían distintas dietas.
Descubrieron que los niveles de daño en el ADN de la gente cuya dieta era de carne roja eran más altos que los que tenían una dieta vegetariana.
Según el estudio, publicado en la revista Cancer Research, el daño del ADN se encontró específicamente en unas sustancias llamadas N-nitrosocompuestos.
Estos compuestos se forman en el intestino grueso después de comer carne roja.
Algunas pueden combinarse con el ADN y alterarlo de forma tal que tiene más probabilidades de sufrir cambios o mutaciones que aumentar la posibilidad del cáncer.
Según los investigadores, los resultados de esta investigación podrían ayudar a desarrollar un análisis más preciso para detectar esos cambios desde sus primeras etapas.
Incidencia
El cáncer de colon y recto es el segundo tipo de cáncer más frecuente en Occidente, después del de pulmón entre los hombres y el de mama entre las mujeres.
Y cada año hay cerca de un millón de casos más en todo el mundo.
Según el doctor Alfredo Carrato, "en varios estudios epidemiológicos se ha demostrado que la carne roja es un factor de riesgo de padecer cáncer de colon y recto por el alto número de cancerígenos que contiene".
Pero no se trata de dejar de consumir totalmente la carne roja, ya que ésta es una fuente rica de proteínas y hierro.
El problema, dice el especialista, cuando se ingieren grandes cantidades de este producto.
"Se necesita dosificarla y hacer un uso racional de la dieta ya que no es normal que alguien consuma dos porciones de carne roja al día", afirma Carrato.
"Se debe comer carne roja pero con moderación, junto con frutas y verduras, porque lo más importante para prevenir esta enfermedad es evitar el sobrepeso, tanto con la dieta como el ejercicio".
Los especialistas subrayan también la importancia de la prevención precoz del cáncer de colon y recto.
"Esta enfermedad tiene una incidencia mayor conforme va aumentando la edad", dice Alfredo Carrato, "y a partir de los 50 años la curva de incidencia se dispara hacia arriba".
Por eso, el especialista recomienda que a partir de los 50 años la gente se someta a una coloscopía para detectar pólipos, o tumores benignos.
El cáncer de colon generalmente empieza siendo un pólipo benigno que no tiene ningún comportamiento invasivo y tarda años en transformarse en un cáncer de colon.
"De allí la importancia de someterse a un análisis de colon y recto para descubrir cualquier anomalía y evitar muchísimos problemas", concluye el experto".
No hay comentarios.:
Publicar un comentario