Denuncian indiferencia de guardias en muerte de gato en las vías del Metro

Marcela Andrés
Jueves 9 de Febrero de 2006
Santiago-Chile.-

"El guardia me dio a entender que era un gato no más, que si era una persona era distinto, como era un gato podía morir", reclama Liza Retamal.

Desde el 31 de marzo del año pasado, apenas se inauguró la estación Quinta Normal, Liza Retamal se transformó en una habitual pasajera del Metro. Sin embargo, el pasado 30 de enero decidió que no volvería a subir a un carro del tren subterráneo.

La mañana de ese lunes Liza iba atrasada a su trabajo, eran cerca de las 9:30 de la mañana y -como miles de santiaguinos lo hacen a diario- mientras esperaba el carro dirigió su mirada hacia la vía, esperando que el tren llegara. Para su sorpresa, una mancha blanca se movía entre medio de las vías electrificadas.

"Era un gato, no debe haber tenido más de seis meses y estaba absolutamente asustado, cuando me vio empezó a maullar. Le avisé a un guardia para que hiciera algo, pero me dijo que estaban hace rato, que no le pasaba nada y que estaban esperando que viniera personal con guantes a buscarlo. Claro que no llegaba nadie. Yo traté de salvarlo, le dije que si quería bajaba a buscarlo, pero me dijo que estaba prohibido", recuerda esta diseñadora grafica de 27 años, que no se explica cómo el animal llegó a ese lugar.

Aun enrabiada al recordar tal escena, Liza cuenta que en medio de la espera ningún funcionario llegó a salvar la vida del felino, pero confiada en que los guardias no lo dejarían morir, partió más que atrasada a su trabajo. Pasó el día y Liza volvió a tomar el Metro. Al bajarse en Quinta Normal, no podía creer lo que le estaba esprando, a eso de las siete de la tarde. El felino yacía en medio de la línea, ya sin vida.

Enfurecida, decidió que las cosas no podían quedar así y partió a su casa a buscar su cámara fotográfica, para denunciar con una imagen lo ocurrido.

"Fue impactante, me quedé todo el día con la idea de que pude hacer algo más, y por eso sentí que esto no podía quedar impune. Esto no fue como un auto que pasó por la carretera, es el Metro. Lamentablemente sólo pude sacar dos fotos y de la parte en que no se veía todo el daño, porque los de seguridad me echaron", lamentó.

-¿Te dieron alguna explicación?

-Cuando hablé con el guardia me dio a entender que era un gato no más, que si era una persona hacían el aparataje, pero como era un gato podía morir, daba lo mismo. Me dio rabia con los guardias, me dieron una respuesta muy estúpida, de que el gato había muerto porque no pudieron hacerle entender que tenía que salir de ahí. Más encima después que murió no lo sacaron y lo dejaron a vista de todos, había niños mirando.

Aunque ahora se demora 20 minutos más en su trayecto, Liza dice que "ya no ocupo el Metro, porque uno cuida las dependencias, se siente orgullosa del Metro, que tan lindo que es, con exposiciones de arte y paga el boleto aunque suben el pasaje cuando se les ocurre".

-¿No será mucho?

-No, que pase este tipo de cosas está mal.