sábado, marzo 26, 2011

Curar heridas con hielo



Cuando nos lastimamos tras un tropezón imprevisto, cuando nos torcemos el pie tras un mal movimiento o cuando sufrimos algún dolor muscular en el gimnasio generalmente vamos a la nevera en busca de hielo para calmar las heridas. Y eso funciona.

Según John Richmond, presidente de la ortopedía del New England Baptist Hospital, la mejor manera de curar una lesión es aplicándole hielo. ¿Pero cuál es la razón?

Sucede que el frío sobre la piel constriñe los vasos sanguíneos, limitando la cantidad de sangre que circula por el área lastimada. De esta forma, se reduce la hinchazón y se adormece la herida, lo cual es clave para que el dolor también disminuya.

En lugar de aplicarnos un cubito de hielo, lo ideal es colocarnos paquetes de gel que se mantienen en el refrigerador, pues son muy eficaces y pueden ser reutilizados varias veces. También puedes usar paquetes de hielo de uso terapéutico.

De todas maneras, según los expertos, después de varios días de aplicar hielo para curar las , se aconseja aplicarles un poco de calor para que la zona finalmente sane del todo.


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