martes, agosto 11, 2009

Soy sensible, tengo alergia



De cierta forma, ser alérgico es ser muy sensible. Por supuesto, no se trata de la misma sensibilidad que nos hace llorar desconsoladamente al ver una película de amor. Y la abuela, cuando escucha la canción que bailó por primera vez con el abuelo, no se pone alérgica, esta sensible.¿Pero entonces que es la alergia?, se estarán preguntando.

La alergia es la respuesta que tiene nuestro organismo cuando entra en contacto con ciertas substancias del exterior, que no le caen muy simpáticas. Mediante una respuesta exagerada, el organismo nos muestra su disconformidad ante esos agentes físicos. Y esa gran respuesta, es la alergia.

Las sustancias capaces de provocar una reacción alérgica, son denominadas sustancias alergénicas o, simplemente, alérgenos. Y no todos somos alérgicos a las mismas cosas, ello varía de persona en persona. Del mismo modo que todos no nos sensibilizamos con la misma canción de amor, nuestros organismos no son hipersensibles a las mismas substancias.

La alergia se genera en el sistema inmunitario, o sistema defensivo del organismo humano. Ese sistema esa constituido por un conjunto de células, algunas circulan por la sangre y otras forman parte de los distintos órganos del cuerpo. Estas células tienen una función vital: reconocer la entrada de elementos extraños al cuerpo, organizando en respuesta la defensa ante ellos.

Es lo que se llama respuesta inmunitaria, importantísima para el organismo. Pues gracias a ella, nuestro sistema reconoce aquellos virus y bacterias causantes de posibles infecciones. Si ello no sucediera, cualquier infección común (como una gripe o un resfriado) podría causarnos problemas fatales al no encontrar resistencia en su progresión.

Las formas en que se manifiesta esta respuesta exagerada, de la que venimos hablando, es muy variada. Una de las más comunes es la urticaria, conocida por los médicos como dermatitis por contacto, ya que se genera por el contacto de alguna sustancia con la piel. Los causantes más comunes son: algunas cremas, cosméticos, o productos industriales; relojes con pulseras plásticas, metálicas o de cuero, anteojos, botones de metal, elásticos de la ropa interior, etc.

También pueden generarse a causa de algún alimento o medicamento ingerido, provocando vómitos, cólicos o diarreas. Los alimentos alergénicos más comunes suelen ser el huevo, el pescado, los camarones o langostinos, algunos condimentos, el , etc.

Ojos irritados, estornudos incansables, narinas enrojecidas, tos y falta de aire, suelen ser las manifestaciones mas comunes de las causadas por ciertas substancias propias del aire que respiramos (pólenes de plantas, polvo de la casa, hongos, pelo de animales). Los ataques de este tipo son súper usuales durante los cambios bruscos de temperatura (como en el transcurso del cambios de estación) y en los lugares con altos niveles de polución.

Así, todos vamos por la vida expuestos a estas sustancias. Comemos , pescado y naranja; usamos cremas, no nos importa si nos pica una abeja o el medico debe tratarnos con penicilina, etc. Algunos les tenemos alergia, otros no. Los primeros reaccionamos ante esas sustancias con una respuesta inmune exagerada (cada vez que entramos en contacto) y los segundos con una respuesta de baja intensidad, que siquiera percibimos.

Por tanto, la culpa de la alergia no la tiene la sustancia o el agente físico, sino la persona que reacciona ante ella, predispuesto genéticamente a desarrollar una respuesta exagerada en cada contacto. Yo les dije, somos demasiado sensibles.


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