lunes, agosto 17, 2009

La saturación cerebral provoca accidentes inexplicables



Muchas veces nuestro cerebro colapsa debido a una gran recarga de información. Esto hace que necesite desconectarse del cuerpo, dejándolo sin control y expuesto a una gran cantidad de riesgos. En estos casos la posibilidad de ser víctimas de un accidente aumenta notablemente. De todas maneras hay ciertas maneras de evitar este bloqueo transitorio.

La saturación provocada por la vida actual provoca una especie de “reseteo del disco duro”. Antonio Lamarca le ha explicado a la revista Discovery DSalud cómo la supervivencia ha sustituido la exigencia física por el esfuerzo mental. Por tal razón, muchas veces nuestro intelecto está sobreutilizado. Según Lamarca, patologías como el estrés, la depresión o la ansiedad son alarmas que da nuestro cuerpo para mostrar que se está cerca del bloqueo.

Cuando el cerebro se satura pone en marcha mecanismos para resolver esa situación. Reduce el control de los órganos, de los músculos y nos alerta inmediatamente. Si la sobrecarga no se reduce “se desconecta” durante unos 10 y 20 minutos. En esos momentos la persona pierde el control de su cuerpo. Lamarca lo denomina “bloqueo cerebral transitorio”. Otros lo llaman “ataque de pánico”.

Lamarca afirma que la sensación es terrible. Parece hablar con conocimiento ya que afirma haber sufrido estas situaciones más de 200 veces. Asegura, además, que en esos momentos la situación es caótica: el individuo se vuelve hipersensible e indenfeso al entorno. Los movimientos, los cambios de presión, los focos de luz, los sonidos y las radiaciones de todo tipo lo afectan notablemente. Parece ser que, como en otros casos, la única solución es esperar. Lentamente el cerebro se reconectará por sí solo con el resto de nuestro cuerpo y la situación volverá a la normalidad.

Este fenómeno puede producirse debido a una recarga informativa, al agotamiento o por algún proceso bioquímico. Por tal motivo se vuelve necesario ayudar al cerebro eliminando la carga sensorial. Por ejemplo, para alivianar el sentido de la vista se puede cerrar los ojos durante un par de minutos. Con respecto a los oídos es importante no dejar entrar agua ni productos de limpieza. La simple humectación del tímpano podría provocar un aumento del trabajo cerebral.

Las radiaciones electromagnéticas parecen significar un problema a la hora de evitar la sobrecarga cerebral. Pero Lamarca no sólo plantea problemas sino que también propone una solución: colocar un espejo debajo de la cama. Así como lo escuchan. De esta manera el individuo que se sitúa en la parte trasera del espejo no recibe la influencia del campo electromagnético al que, de otra manera, podría estar sometido. Esto provoca que las ondas electromagnéticas reboten en la cara reflectante del espejo. Así se evita que durante las horas de descanso se mantenga alerta al cerebro. Habrá que probar.


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