sábado, agosto 29, 2009

La obsesión por adelgazar el día de la boda



Hay un día que es crucial en la vida de las parejas, y es su casamiento. La fiesta del casamiento se suele celebrar a gran escala, y todo el mundo pone atención a la pareja de novios y a lo felices que están. Es que el día de la boda marcará una nueva etapa en la relación, y esto es importantísimo de por sí.

Incluso los novios se plantean estar de lo más elegantes esa noche, y gastan unos cuantos euros en comprarse el traje y el vestido de novia, en un ritual que pocas veces se rompe, en el que la novia viste de blanco y el novio de negro.

¿Pero qué hay cuando esto se toma demasiado en serio? Es el caso de muchas mujeres que tratan de lucir “perfectas” en ese día, y para ello intentan estar lo más delgadas posibles para una noche especial, lo cual les trae unos cuantos nutricionales si no se va de forma gradual y lenta. En inglés este trastorno se llama Brideorexia (desconozco su traducción al español), por “bride”, que significa novia.

Se ha estudiado esta situación, y los datos indican que un 70% de las mujeres comprometidas tratan de perder una cantidad considerable de peso para el día de su boda. La mayoría de ellas lo hace tratando de ejercitarse y comiendo sano, lo cual es algo muy saludable y debería hacerse siempre, no sólo para el día de la boda.

Pero el problema es el resto de estas mujeres. Ellas escogen métodos radicales para bajar muchos kilos en escaso tiempo, y esto sí que es una verdadera aberración. Las líquidas, abuso de laxantes, vomitar antes de las comidas… estos son algunos de los métodos que utilizan algunas mujeres, los cuales son, desde luego, totalmente insanos.

El día de la boda es especial, pero uno no tiene que forzar a su cuerpo a estar delgado en poco tiempo. En todo caso se debe preparar un plan de dieta con tiempo considerable, y nunca en un mes de esfuerzos y malnutrición. Además, se supone que sus futuros maridos las querrán estén como estén, ¿o no?


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