Los problemas de obesidad en los Estados Unidos no son ninguna novedad. Probablemente a muchos se nos venga a la cabeza la bandera de ese país si pensamos en obesidad o comida rápida, y el hecho de identificar la cultura de la obesidad con un país es algo bastante problemático para una nación.
No han sido pocos los intentos del gobierno estadounidense para frenar esta tendencia a ganar peso y a la vida poco saludable. Por ejemplo, en el año 2006 se prohibieron en restaurantes de Nueva York las grasas trans, y también en 2003 se prohibió el fumar en bares y restaurantes. Incluso se piensa en obligar a las cadenas de comidas rápidas a exhibir las calorías que contienen cada uno de sus menús.
Y otra iniciativa se pondrá en marcha en poco tiempo, y consiste en la promoción a través de “carros verdes” de frutos y vegetales para que éstos estén al alcance de la población.
Los carros verdes son puestos móviles de frutas y verduras, que actualmente se encuentran en los vecindarios ricos de la ciudad, pero no en los lugares donde viven personas con menores ingresos, quienes se ven obligados a comprar comidas poco saludables, las cuales están envasadas y procesadas.
Con la emisión de 1.000 nuevos permisos más para gestionar carros verdes, el ayuntamiento neoyorkino busca descender los niveles de obesidad actuales en los integrantes de la población, y a decir verdad me parece una medida excelente.
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