Hace poco tiempo atrás, se creía que la afasia era una enfermedad característica de la tercera edad, una enfermedad que sólo aparecía cuando uno se ponía viejo. Sin embargo, los avances científicos han demostrado que se estaba cometiendo un error y que la afasia no es necesariamente un mal propio del paso de los años.
Hoy sabemos que esta patología tiene la posibilidad de manifestarse a cualquier edad y a cualquier momento. Y también sabemos que existen factores que pueden contribuir a su aparición, como el tabaquismo, el stress, el alcoholismo o la mala alimentación.
¿Qué es la Afasia?
Afasia significa falta de comunicación por el lenguaje. Deriva de “aphasia”, en tanto “a” significa “falta” y “phasia” palabra. El término fue acuñado en 1864 por Armand Trousseau, un médico francés que se desempeñaba como profesor de clínica médica en el Hospital Hotel-dieu (el Hospital más antiguo de París, en español: Hospital Palacio-Dios).
Según le definió Trousseau, la afasia es un estado patológico en el que se pierde completa o incompletamente la facultad de la palabra, conservando intacta la inteligencia y todos los órganos de la fonación.
Pero desde aquella primera definición de Armand Trousseau han pasado muchos años, y en consecuencia muchas nuevas definiciones, procurando explicar de modo más integral los distintos aspectos de esta problemática. Así, de acuerdo a las diferentes épocas y disciplinas científicas que le investigaran, han surgido distintas definiciones.
Para nuestro objetivo, que es entender a grandes rasgos de que se trata esta afección, podemos reunir y simplificar las diversas definiciones, concluyendo entonces qe la afasia es: “una afección que degrada la capacidad de lenguaje a causa de lesiones en las áreas corticales del lenguaje o en las rutas de asociación cerebrales”. Hablamos de afasia expresiva cuando lo que se afecta es el lenguaje hablado y de afasia receptiva cuando es la interpretación y la memoria del lenguaje lo que queda dañado.
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