El mal olor de pies es un problema que acosa a varias personas, sobretodo a los adolescentes. Es común que durante esta etapa de la vida se experimente el inconveniente de tener un desagradable olor en los pies, y en algunos casos este problema se extiende a años más tarde.
Los pies y las axilas son dos lugares por los que el cuerpo suda con intensidad, pero a no todo el mundo le huelen los pies, y en cambio en otras personas esto se da en un grado en el que el olor resulta muy desagradable ¿Pero a qué se debe este problema?
El sudor de pies es conocido por la dermatología como bromhidrosis, y está causado por la interacción de microorganismos del sudor con otros presentes tanto en nuestra piel como en el material de nuestros calcetines y nuestro calzado, aunque en algunos casos los compuestos malolientes son secretados por las propias glándulas sudoríparas.
El medio en el que se encuentran nuestros pies (calzados que impiden la libre circulación de aire) es un ambiente perfecto para el desarrollo de hongos y bacterias. Al sudar nuestros pies y al mezclarse el sudor con estos microorganismos, se suele generar un olor bastante desagradable que es el causante de la repulsión que sentimos al olerlo.
Los microorganismos a los que hago referencia se encargan de metabolizar toxinas y otras sustancias que desecha nuestro sudor, por lo cual se termina generando este mal olor. Incluso estos microorganismos se dispersan por la piel caliente y húmeda con facilidad, haciendo que el olor abarque todo nuestro pie.
Para evitar este problema se sugiere tener los pies bien limpios y con las uñas cortadas. Es preferible que no se utilice el mismo calzado y las mismas medias todos los días, y además es una buena idea el utilizar calzado abierto que permita la respiración del pie.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario