El chocolate negro, según un estudio realizado en el Hospital de la Universidad de Colonia (Alemania), contribuye a reducir la presión sanguínea.
Pero ojo, eso no quiere decir que tiren la chancleta y se pongan a comer chocolate compulsivamente. El estudio aclara que los beneficios se logran con un consumo de cantidades pequeñas y únicamente mediante la versión más amarga de la golosina.
Dirk Taubert, del Hospital de la Universidad de Colonia y sus colegas resumieron las conclusiones de su estudio sobre el chocolate amargo, en un artículo aparecido en la revista Journal of the American Medical Association.
Según este estudio, el consumo de unas 30 calorías diarias de chocolate amargo contribuye a una reducción de la presión sanguínea, sin aumento de peso u otros efectos adversos. Tal beneficio, según se cree, se debe a la acción de los polifenoles del cacao, un grupo de sustancias químicas que se encuentran en las plantas. Ya que algunos de esos compuestos antioxidantes, como los flavanoles, son beneficiosos para la salud.
El problema es que la mayor parte de los chocolates que se venden en las tiendas no tiene flavanoles, que son los compuestos que dan a la golosina un sabor más amargo al gusto. Y es que los fabricantes de chocolate se han pasado años y años tratando de perfeccionar el sabor resultante para el público, buscando formas de quitarle el sabor picante al chocolate y, sobre todo, al cacao.
Por ello es importante, si vamos a la tienda, que optemos por el chocolate amargo. A mi ello no me cuesta nada, pues para ser sincera, el amargo, es justamente el que me gusta más.
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