En algunas casas los inciensos son una parte esencial de los ambientes. Así, caminando por las habitaciones podemos ver que en una hay olor a lavanda, en otra a sándalo y en otra a limón, todos causados por distintos inciensos de Aromaterapia.
Otros, por su parte, prefieren utilizar los inciensos aprovechándolos mucho más allá de su aroma, sacando provecho de sus propiedades inductoras de los estados de ánimo, y mientras algunos los utilizan para relajarse, otros lo hacen para evitar los estados de ánimo depresivos y otros para energizarse. ¿Pero… están haciendo las cosas bien?
Sí, claro, pero deben ser cautos y prudentes. Un reciente estudio ha llegado a la conclusión de que los inciensos son causantes de cáncer si entran en contacto con nuestras vías respiratorias con demasiada frecuencia.
Desde luego que, como ocurre con todos los objetos que causan cáncer (que a esta altura son casi todos los de la faz de la tierra), se puede entrar en contacto con ellos en modo normal, pero no abusar transformando nuestra casa en un banco de perfume más que en un hogar. Además recuerda que los químicos que contienen los inciensos son de por sí bastante dañinos.
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