Qué son los sabañones y cómo evitarlos en invierno
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Aunque sean benignos, los sabañones molestan y
pueden provocar mucho dolor. Veamos pues de qué se tratan estas lesiones
en la piel y cómo evitar su aparición por el frío del invierno.
Qué son los sabañones
El invierno es ideal para los adeptos a los deportes de nieve y
montaña, pero por desgracia es todo un inconveniente para las personas
más frágiles y sensibles al frío.
En efecto, además de los virus y enfermedades comunes en las épocas de
frío, el invierno también es responsable de los sabañones.
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Provocados por la combinación de frío, viento, lluvia y nieve, los
sabañones designan esas pequeñas lesiones, a veces muy dolorosas, que se
parecen a unas grietas. Suelen aparecer por todas las partes del
cuerpo, concretamente en las manos y los pies, la nariz y los pómulos, y
a veces en las orejas. Las zonas afectadas se hinchan y se enrojecen
provocando un dolor, en algunos casos, insoportable.
Características de los sabañones
Cuando la temperatura cae por debajo de 0, el cuerpo pierde
progresivamente su calor, las venas se estrechan y las extremidades de
los miembros están mal irrigadas. Felizmente, los sabañones suelen ser
benignos y desaparecen al cabo de algunas semanas. En casos más raros,
pueden aparecer algunas complicaciones si no tomamos ciertas medidas.
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Los sabañones son más frecuentes en los niños y en los adolescentes.
Según los médicos, estas lesiones son favorecidas por la ingesta regular
de descongestionantes orales y ciertos antidepresivos. Las carencias en
vitaminas favorecen igualmente su aparición. Finalmente, las personas
con el síndrome de Reynaud están más expuestas a padecerlos.
Consejos para prevenir los sabañones
La manera más sencilla de limitar los riesgos de sabañones
es ante todo adoptar una actitud preventiva. Para ello, basta con
adoptar algunos gestos sencillos, comenzando por abrigarse
correctamente: debes proteger los dedos de las manos, de los pies y mantenerlos siempre calientes.
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Las más frioleras no dudarán a la hora de llevar unas medias gruesas o
calcetines de lana, una buena bufanda y un gorro de lana para la cabeza
y las orejas. Es preferible llevar un calzado cómodo para evitar la
transpiración, puesto que cuando el pie va muy apretado, se puede
perturbar la circulación de la sangre y provocar así la aparición de sabañones.
Beber agua también es esencial, sobre todo en invierno, para hidratar
el cuerpo y fluidificar la sangre. Finalmente, debes pensar en
tonificar el sistema circulatorio, con el fin de prevenir las
dilataciones debidas a la bajada de temperatura, efectuando fricciones
en las manos y los pies.
En resumen, protegerse bien del frío es la mejor fórmula para evitar la aparición de sabañones.
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