Para muchos de nosotros ir a darnos una vacuna no es un momento muy feliz, porque nos duele, nos da impresión o simplemente no nos gusta, pero debemos reconocer la importancia de prevenir la aparición de enfermedades con algo tan simple como darnos una vacuna.
En el caso de los niños esto es más importante aún, es por eso que la mayoría de las vacunas nos las damos durante la infancia. Sin embargo, existe una vacuna capaz de prevenir una de las enfermedades más comunes y que debemos renovar anualmente: la vacuna de la gripe.
Una nueva investigación realizada en Canadá confirmó que darle la vacuna de la gripe a niños en edad escolar puede proteger a toda la comunidad.
El estudio se realizó en una comunidad rural del oeste canadiense durante el otoño del 2008, período en el que fueron vacunados contra la gripe una gran cantidad de niños entre 3 y 15 años de edad.
La Universidad de Ontario fue quien llevó adelante la investigación, como resultado pudo observar que al inmunizar a las porciones más jóvenes de una población, indirectamente se protege a quienes corren riesgos altos de contraer la enfermedad y tal vez ya no tienen una buena respuesta al efecto de la vacuna, como sucede con las personas mayores.
Tradicionalmente se le daba la vacuna contra la gripe a personas de la tercera edad cuyo riesgo de sufrir complicaciones como consecuencia de una gripe es mayor que el de los niños, ya que los adultos mayores suelen ser quienes presentan los sistemas inmunológicos más débiles, por lo que son más vulnerables a la gripe.
Vacunar a niños saludables es una alternativa para reducir las posibilidades de transmisión de la enfermedad. Esto no significa que las poblaciones más propensas a la gripe como los adultos mayores, las embarazadas y quienes tienen problemas en su sistema inmunológico, puedan dejar de darse la vacuna, simplemente significa que vacunando a los más pequeños se disminuye las posibilidades de transmisión de la gripe.
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