Entre los horarios de la oficina, el estudio, los hijos y demás responsabilidades que una persona adquiere en su vida cotidiana, el tiempo nos corre y a veces no tenemos otra alternativa que comer apurados. Una de las opciones más rápidas es estacionar el automóvil cinco minutos y almorzar allí mismo para proseguir con nuestras actividades lo antes posible. Y sin dudas, mucho más enloquecedor (y peligroso) resulta comer y conducir al mismo tiempo.
Si ese es tu caso, un estudio te advierte que dejes de hacerlo, pues comer en el coche puede ser un riesgo para la salud. Según la investigación, emprendida por la marca británica de repuestos Halfords, un automóvil posee una enorme cantidad de gérmenes asociados con intoxicación alimentaria, infecciones de la piel, diarrea y hasta vómitos en cada una de sus partes.
El volante, las manijas de las puertas y la palanca de cambios, esos puntos donde contínuamente apoyamos nuestras manos, son sitios en los que se concentran bacterias de todo tipo. Piensa que comer en un lugar así es lo mismo que hacerlo en una mesa sucia, llena de basura.
Sin importar lo apurados que estemos, debemos recordar que las cuatro comidas son sagradas y debemos respetarlas como tal. ¡Es fundamental tomarnos un tiempo para comer! También es importante que mantengas la higiene en tu automóvil y te laves las manos apenas termines de conducir.
Si has estado sufriendo diarrea, vómitos o malestares en tu piel quizás haya sido por esa mala costumbre que tienes de comer en tu automóvil. Recuerda que la mesa está para comer y el coche para conducir.
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