domingo, enero 25, 2009

El verdadero rostro del ketchup



El ketchup es un vicio del que jamás pude salir. Desde comerla con carne hasta hacer un arroz y agregarle ketchup pasando por todas las variedades de comidas a las que puede agregárseles esta salsa, mi paladar ha degustado todas las variedades de aplicación de ketchup habidas y por haber.

Aunque sin embargo siempre creí que me hacía daño, y que en realidad me estaba perjudicando al ingerir esta salsa (tal vez sea porque la asocio con McDonald’s) y que lo mejor tal vez sería renunciar a ella. Pero realmente mi fanatismo con el ketchup trasciende los límites de lo controlable.

Recibí una muy buena noticia navegando por Internet, y no dudé dos veces en publicarla en vivirsalud para que los fundamentalistas del ketchup como yo no sufran más martirios creyendo que el comer ketchup les hace daño, y que en realidad hace bien para el corazón.

De hecho se recomienda aderezar las comidas con ketchup a menudo, pues comer a diario esta salsa contribuye a mejorar el ritmo cardíaco. Incluso nos hace bajar los niveles de dañino (LDL).

Recibo esta noticia con total entusiasmo, pues el ketchup y el son los dos vicios más importantes que tengo y que jamás pude erradicar.


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