“El pescado es bueno, el pescado es sano”. Pero tampoco seamos ingenuos, no hay que dejar entrar cualquier pescado a casa. ¿Por qué lo digo? Por anisakis.
Seguro que alguno de ustedes está pensando: ¿anisakis qué? Y está bien que lo piensen, porque sueña a sake, sushi, o cualquier otra cosa oriental. Sin embargo, nada que ver. Y justamente su nombre gracioso, dificulta que la gente comprenda que es realmente, y que peligros implica.
El anisakis es un parásito que habita en los pescados de aguas muy frías, como el arenque, la sardina, el boquerón, el bacalao, la merluza, el jurel o la caballa, entre otros. Muy conocido en Holanda, Noruega, Finlandia, Japón, y también España.
Las larvas del anisakis viven en el conducto digestivo de esas muchas especies, y cuando se las consume (crudas, marinadas o incluso cocinadas) pueden pasar al hombre causándole una enfermedad denominada anisakiasis (o anisakiosis).
Una campaña española en busca de prevenir esta enfermedad (propuesta por el Servicio de Veterinaria, del Departamento de Salud Pública en Cataluña) propone como medidas básicas para prevenirle, tres procedimientos básicos:
1_Limpiar bien el pescado y sacar las vísceras lo antes posible.
2_Congelar el pescado que se quiere consumir crudo.
Según la legislación de la Unión Española, el pescado que va a ser consumido crudo o prácticamente crudo, debe congelarse a una temperatura inferior a -20º C durante un tiempo que puede variar de 24 a 72 horas (dependiendo del congelador).
3_Cocinar el pescado correctamente.
El tratamiento térmico es otra de las opciones para la prevención del anisakiosis. Las larvas de anisakis son sensibles al calor, a unas temperaturas de 55º o 60ºC. Es decir que si cocinamos los productos completamente, ya sea hervidos o fritos, Esto significa que los productos cocinados completamente (hervidos o fritos), los ahumados en caliente y los pasterizados, son seguros. No los ahumados en frío o los cocinados de forma inadecuada, a la plancha o en microondas.
Por ende, si cocinamos completamente estamos tranquilos, pero si queremos comer pescado crudo o semi crudo, primero a congelar. No se trata de asustarnos y dejar de comer pescado, sino de comerlo tomando las medidas correspondientes.
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