El asma representa un problema de salud bien serio en el mundo entero. De hecho, le padecen mundialmente hoy alrededor de 300 millones de personas.
Desafortunadamente, la prevalencia de esta enfermedad – particularmente entre los niños- está aumentando en todas las regiones del mundo y también su mortalidad, en consecuencia de que el asma desde la década del 80 se ha ido incrementado.
A causa del aumento de su prevalecía, especialmente en el ámbito infantil, el asma se ha convertido en la enfermedad crónica más frecuente entre los pequeños. Es la primera causa de consulta en los servicios de urgencia y la mayor razón de hospitalización, lo cual le convierte además en la mayor respuesta por el ausentismo escolar.
Afortunadamente, hoy día contamos con nuevos métodos para el reconocimiento, el diagnóstico, el tratamiento y el control del asma, que permiten mejorar los resultados y la calidad de vida del afectado.
Hoy es posible minimizar la carga social, económica y personal que antes implicaba ser un paciente asmático, aumentando las probabilidades de éxito a lo largo de su vida. De todos modos, incluso hoy es imposible curar esta enfermedad. Lo que sí se puede hacer es tratar de prevenirle, disminuir los episodios de ataques de asma, para que los pacientes puedan:
• Lograr y mantener el control sobre los síntomas diurnos y nocturnos.
• Evitar los ataques de asma.
• Evitar los efectos adversos provocados por los medicamentos.
• Mantener los niveles normales de actividad, incluyendo el ejercicio.
• Tener una función pulmonar lo más cercana a lo normal.
• Evitar las consecuencias fatales del asma
No hay comentarios.:
Publicar un comentario