lunes, mayo 16, 2005

PURINA SE ENCUENTRA EN UNA ENCRUCIJADA

Las mascotas, y el número de fallecidos, en medio de la disputa

Si de cambios de imagen se trata, el mayor de los retos de esta temporada lo tiene Purina. Con pocas semanas de haberse desatado una crisis de intoxicación de mascotas, y un saldo irreparable de regalones fallecidos, la marca que ostentaba el liderazgo del mercado anunció que asumirá la titánica tarea de ganar parte del público que perdió súbitamente.
Técnicamente hablando, la empresa debería ir en pos de aquel público que no se vio directamente afectado por la tragedia y, en todo caso, el que se incorpore al mercado de nuevos consumidores. Porque aquellos que perdieron a sus mascotas, esos, han jurado ante este diario que la marca no volverá a entrar, ni por error, a sus casas nuevamente.

Así lo manifestaron decenas de lectores que respondieron los recientes anuncios de los planes de la empresa, que enuncian una posible y pronta reapertura de sus plantas.

Los afectados, agrupados en la asociación www.victimasdedogchow.com, llevan adelante varios frentes ante las autoridades competentes.

Si bien la rivalidad entre ellos y Purina es por motivos irremediables, expertos como Jiménez sugieren que con otro manejo de la crisis, la experiencia posterior hubiera sido otra. Algunos de los afectados argumentaron la promesa no cumplida de ayudarlos a conseguir un cachorro nuevo para llevar a casa, entre otras.

Otros, se sienten heridos desde un principio por no haber recibido una disculpa humana y sensible.

Las marcas, para las personas, también son personas. De allí que la difusión de un mensaje corporativo en respuesta a la crisis, en lugar de un contacto directo con las caras de la empresa, es considerado profesionalmente un error.

El tema de las cifra de fallecidos es caótico. Oficialmente, Purina ha contabilizado menos de 200. Esos son los que la empresa ha tramitado, y que certificadamente son atribuibles a una intoxicación.

Gonzalo Gerbasi, presidente de la citada asociación, pertenece al grupo de quienes dice que son miles los animalitos perdidos. Sostiene que más de 150 denuncias circulan en el Indecu, en donde la mayoría de las reuniones conciliatorias entre denunciantes y empresas, con el ente como intermediario, no han derivado en acuerdos: los afectados no quieren una compensación.

Otra defensora de la causa, Rosalía Blasco, argumenta que personas que compraban los productos a granel no llegaron a oficializar sus denuncias con todos los papeles, ya que carecían de los recaudos.

Los afectados han llevado el caso a tres fiscalías, en donde han solicitado el cierre de la empresa. Una petición similar habría partido, aseguró Gerbasi, de la comisión ad hoc de la Asamblea Nacional que estudia el caso, hacia el Consejo Moral Republicano.

Esta es toda una comunidad organizada, de esas que ha referido Juan Carlos Jiménez que juegan un papel fundamental en la gerencia estratégica de marcas._ECA