Hace un tiempo ya que la medicina estética ha revolucionado el mundo de los cuidados corporales, dietas y mejoras físicas. Actualmente es el complemento ideal de cualquier suplemento dietario y de cualquier rutina deportiva. Los tratamientos corporales reductores logran en poco tiempo mejoras significativas para nuestro físico, sobre todo si se combina con ejercicios para tonificar los músculos o bien con dietas para adelgazar en caso de necesitarlo.
Hay diferentes tratamientos corporales reductores y se eligen dependiendo del resultado que estemos buscando. Aquí algunos de ellos.
Ondas Rusas. Se basa en la electroestimulacion, un entrenamiento pasivo que se aplica con un aparato electroestimulador externo. A partir de un estimulo eléctrico se logra tonificar el musculo. Se utiliza en los procesos de adelgazamiento y también para combatir la celulitis. Es un buen complemente de los ejercicios para tonificar los músculos. Se utiliza en todo el cuerpo, pero lo más común es aplicarlo en glúteos y piernas.
Drenaje linfático. Es un masaje específico para desobstruir la linfa. ¿Qué es la linfa? Es un fluido que transporta nutrientes a las células y lleva además productos de desecho y partículas extrañas fuera de la célula a través de pequeños vasos linfáticos. Cuando estos vasos linfáticos se obstruyen surge la celulitis, por eso estos masajes contribuyen a deshacerse de ella, además de lograr un bienestar corporal en general.
Mesoterapia. Consiste en la aplicación de sustancias de extractos naturales mediante infiltraciones intradérmicas. Este sistema se utiliza para atacar las grasas acumuladas que no desaparecen con el ejercicio o el adelgazamiento. Con esto se logra una gran mejora de la zona tratada, además de alisar los nódulos grasos y mejorar la piel.
Ultrasonido Estético. Se utiliza sobre las zonas adiposas. Son ondas ultrasónicas que inducen la dilatación de los vasos sanguíneos, produciendo una reactivación del metabolismo, ayudando a eliminar la celulitis y mejorar la circulación.
Presoterapia. Indicada principalmente para mejorar la circulación y evitar la retención de líquidos. Sobre todo en mujeres que poseen varices y “arañitas” en las piernas. Se aplica por medio de “botas” que se colocan en las piernas cubriéndolas totalmente, y estas comprimen los miembros logrando así un mejoramiento notable en el retorno venoso.
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