Cuando alguien decide seguir una dieta para adelgazar se encuentra con innumerable cantidad de dietas, algunas muy buenas y otras no tanto. Entre la infinidad de dietas que existen tenemos la dieta de la Luna, que es bastante popular y se guía por el movimiento del satélite natural.
Es una dieta muy original. La Luna gobierna muchos aspectos de la Tierra, como por ejemplo las mareas. De la misma forma actúa sobre todos los líquidos que están en el planeta Tierra, incluyendo los fluidos de nuestro cuerpo, que representan casi el 70 % de nuestro peso.
La dieta de la luna se comienza con un ayuno de 26 horas durante la luna nueva, y lo mismo cuando hay luna llena. Durante los días anteriores y posteriores al ayuno se realiza un medio ayuno donde se puede consumir frutas de estación, ensaladas de verduras crudas o hervidas. También están permitidos el aceite de oliva, infusiones, yogures dietéticos, gelatina dietética y caldos.
El ayuno se realiza únicamente durante la luna llena y nueva, en el inicio del cambio de fase y durante el mismo se puede tomar infusiones, jugos de frutas naturales sin pulpa (filtrado), jugos envasados sin azúcar y caldos de verduras.
Se pide beber abundante agua siempre, sin importar la fase en que la luna se encuentre. El agua es libre y preferentemente tiene que ser agua mineral.
Si estamos ante una situación de sobrepeso hay que entender que la solución no es dejar de comer o comer mal. La dieta de la Luna consiste en ayunar sólo dos días al mes y realizar una dieta de medio ayuno durante dos o tres días antes y después. El resto del mes se debe comer bien, pero hay que cuidarse y seguir una alimentación balanceada, para eso se debe comer con moderación, beber mucha agua y hacer 5 comidas diarias.
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