Anteriormente se pensaba que los ataques al corazón era una enfermedad propia de los hombres, y que las mujeres estaban eximidas de este tipo de riesgos cardíacos. Esta visión comenzó a modificarse, aunque siguen existiendo mujeres que no se cuidan lo suficiente como para prevenir estos ataques.
Si bien esto es un mito, un estudio llevado a cabo por la Universidad de Texas comprobó que las mujeres pueden cuidarse de los ataques cardíacos en menor medida que los hombres, aunque de todos modos deben hacerlo.
La historia familiar juega un rol importante a la hora de ser víctima de un ataque cardíaco. Tener padres o hermanos que hayan padecido esta desgracia condiciona claramente la probabilidad de que la persona padezca un ataque.
En el caso de las mujeres es esto lo que juega el rol primordial al momento de tener un ataque al corazón. Si bien, como fue dicho, el estudio también concluyó que las mujeres tienen menor tendencia a tenerlo que los hombres, las mujeres deben prestarle atención a su historia familiar para conocer si son proclives a padecer un ataque cardíaco o no.
Para esto deben realizarse constantes controles para estudiar las chances que existen de contraer este problema. Las medidas que se recomiendan para prevenirlo son conocidas: una dieta saludable, la práctica de ejercicio físico y no fumar.
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