Por Alexis Schlachter, corresponsal del Servicio Informativo Iberoamericano de la OEI, La Habana, Cuba
Se nombra BIORAT y ha sorprendido a las autoridades bolivianas por su efectividad; reproduzco un reciente cable de la agencia Notimex, fechado en La Paz:"Expertos cubanos exterminaron a unos seis millones de ratas y ratones, el 70% de las que se estima hay en La Paz, con un veneno biológico que sorprendió a las autoridades municipales. En esta capital, de un millón de habitantes había de 10 a 12 roedores por persona y sólo quedan de 2 a 3, luego de cuatro semanas de campaña, calculó Nicanor Jove, responsable de la unidad de emergencia sanitaria de esta municipalidad, la principal de Bolivia.
El sorprendente producto es el BIORAT, mortal para roedores, pero inofensivo si un niño o cualquier otro ser humano lo consume por descuido o accidente, explicó el funcionario.
Cada roedor que había invadido La Paz causaba un daño económico equivalente a 20 dólares anuales al contaminar productos comestibles y contagiar enfermedades, según Jove. El BIORAT cubano es un cereal a base de cáscara de arroz con fuerte olor a queso y efectivo en cualquier época del año."
Pero hay más. Durante dos años consecutivos este plaguicida biológico cubano ha ganado licitaciones en Centroamérica, frente a prestigiosos laboratorios estadounidenses, entre ellos de la firma Abbot, por su calidad comprobada, estabilidad y alta eficacia.
¿Cómo ha sido posible esto? Pues debido a varias razones: BIORAT es un producto hasta ahora único en el mundo comercial. No es nocivo para los seres humanos ni afecta al medio ambiente y sólo ataca a los temibles roedores pero sin perjudicar a las otras especies animales: finalmente, es biodegradable.
TODO COMENZÓ…
…hace veinte años con amplias investigaciones en laboratorios cubanos donde especialistas de alta calificación se dieron a la tarea de encontrar un nuevo camino para exterminar ratas y ratones sin peligro para el resto de los seres vivos, los humanos en primer lugar. Su producción comenzó en 1985 y desde entonces se utiliza en la isla antillana con notables resultados: hoy no existen en el país plagas de estos roedores.
La fama de BIORAT se extendió entre los conocedores fuera de las fronteras cubanas y llegó hasta el lejano continente asiático. La hoja de éxitos de BIORAT , sin duda, resulta extensa: en 1994 se desató una epidemia de peste bubónica en Chiclayo, zona desértica de Perú, donde aplicaron el producto y el problema quedó resuelto; en Chimbote, también en el citado país andino, controlaron la peligrosa población de roedores que afectaba la producción de harina de pescado. En Nicaragua se desató la leptospirosis en ocho municipios con registro de más de mil casos, pero bastó un mes, con la aplicación del BIORAT, para contener la epidemia. Resultados similares ha habido en Venezuela y Argentina.
Más allá de Iberoamérica, en el lejano delta del río Mekong, han utilizado BIORAT para detener la acción de ratas y ratones en cosechas de arroz, perdidas muchas veces hasta en un 70% por esta razón. Doce días de aplicación del producto cubano bastaron en las zonas más infestadas para alcanzar un 85% de efectividad, nunca antes logrados.
Actualmente, la entidad cubana LABIOFAM, productora del BIORAT, trabaja con una firma de la República Popular China para extender el producto al gigante asiático. Hoy, BIORAT se prueba en Siria, Líbano, Turquía, Venezuela, Brasil, Malasia e Indonesia, mientras en La India se encuentra en fase de extensión vistos los excelentes resultados.
A los especialistas llama la atención cuán amplio es el espectro de posibilidades del BIORAT; además de los elementos ya señalados, se suma que es un producto aplicable en períodos largos (un año) o a mediano plazo (dos veces al año). Siempre con resultados notables. OEI.
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