La organización ecologista Greenpeace acusó hoy a la multinacional agroquímica Syngenta de intentar sacar provecho de una variedad de arroz transgénico concebido inicialmente con propósitos humanitarios.
En un comunicado, Greenpeace señala que esa compañía helvética desarrolló el arroz transgénico, denominado 'Golden Rice', asegurando que su proyecto 'no tenía fines comerciales, sino humanitarios'.
Sin embargo, la ONG afirma que ahora Syngenta ha presentado 'solicitudes de patente en más de cien países', entre los que figuran varios en vías de desarrollo, como India, China, Filipinas, y dieciséis africanos.
Según la organización civil, la empresa suiza había asegurado que esa variedad de arroz permitiría 'curar la ceguera y erradicar la malnutrición en el mundo' y para ello incluso había anunciado su intención de 'ofrecer semillas gratis' en los países pobres.
No obstante, para Greenpeace la intención de Syngenta de patentar dicho producto muestra sus intenciones de 'sacar provecho de los agricultores en todo el mundo'.
El arroz desarrollado en los últimos cinco años por la multinacional suiza, considerada como una de las líderes mundiales del sector de la agroquímica, está reforzado con vitamina A, lo que explicaría su probable efecto benéfico en casos de deficiencia ocular.
Esa propiedad ha sido cuestionada sin embargo por los expertos de Greenpeace, que sostienen que para que un niño cubra sus necesidades de vitamina A debería consumir diariamente hasta tres kilos de ese arroz.
Grupos ecologistas ya protestaron hace cuatro años ante la sede de Syngenta en Basilea (norte de Suiza) por este mismo tema y denunciaron que el grupo utilizara a 'los pobres y enfermos como pretexto para aumentar la aceptación de la ingeniería genética'.
Por su parte, Greenpeace subraya que mientras el sector agroquímico defiende desde hace varios años que el arroz genéticamente modificado puede ayudar a curar algunas enfermedades, muchos científicos insisten en que las patentes 'frenan la investigación y la reproducción de los cultivos'.
El portavoz de Greenpeace en Suiza, Bruno Heinzer, dijo a EFE que al preguntarle al presidente de Syngenta, Michael Pragnell, las razones por las que su compañía ha solicitado esas patentes, éste dio una 'respuesta insatisfactoria'.
'Me dijo que una vez que obtenga las patentes la empresa decidirá sobre el uso que les dará y reiteró que 'no tienen intereses comerciales', señaló Heinzer.
Un especialista de la misma ONG en asuntos de patentes, Christoph Then, subraya en el comunicado que 'Syngenta parece tener, de manera general, problemas a la hora de decir la verdad'.
En ese sentido, recuerda que la empresa 'mantuvo en secreto' el escándalo suscitado recientemente por poner en el mercado de Estados Unidos y Europa una variedad de maíz transgénico (bt10) que está prohibido.
Heinz, quien participó hoy en una asamblea de accionistas de Syngenta, durante la cual interrogó a su presidente, dijo que al mencionar el escándalo del bt10, Pragnell dijo que lamentaba mucho lo ocurrido 'porque fue un error'.
Terra Actualidad - EFE