Controlar la obesidad infantil podría ser tan fácil como reabastecer el refrigerador familiar con bebidas alternativas bajas en calorías elegidas por los mismos niños, según halla estudio reciente.Investigadores del Hospital Infantil de Boston hicieron que 103 adolescentes eligieran bebidas acalóricas de su preferencia, y luego abastecieron los refrigeradores de sus casas con dichas bebidas.
El resultado: el consumo de bebidas azucaradas descendió un 82 por ciento en un periodo de seis meses, reportaron los investigadores.
Lo que rápidamente se tradujo en una pérdida real de peso para los adolescentes más robustos, una libra al mes durante el medio año del estudio.
"Estamos realmente muy emocionados con esta línea de investigación", dijo la autora principal del estudio Cara Ebbeling, codirectora de investigación sobre obesidad en la división de endocrinología del hospital.
Su equipo publicó los hallazgos en la edición de marzo de Pediatrics."Las bebidas azucaradas (BA) podrían tener un efecto único sobre la obesidad.
Reducir simplemente el consumo de BA parece ser una estrategia promisoria en la prevención y tratamiento de la obesidad", explicó.
Y no sólo eso, agregó Ebbeling, pero la simplicidad del estudio, que reemplaza las bebidas azucaradas del hogar con bebidas acalóricas del gusto de los adolescentes, podría servir como patrón para futuras intervenciones.
"Gran parte de las intervenciones para prevenir el exceso de peso en adolescentes conllevan un enfoque bastante extenso, incluyendo la reducción de la ingesta de grasa en pro del aumento del consumo de frutas y vegetales", señaló, "pero en este estudio nos centramos en un comportamiento".
La tasa de sobrepeso entre niños estadounidenses de 6 a 19 años ha estado creciendo rápidamente en los últimos años, de acuerdo con las estadísticas federales, al pasar del 11 por ciento en 1994 a 16 por ciento en 2002.
El consumo de bebidas ricas en calorías, las dietas altas en grasa y la falta de ejercicio son considerados como factores contribuyentes.
Hay muy pocos datos sólidos sobre el tema, declaró Ebbeling, pero dado que los estudios muestran que los adolescentes consumen la mitad de sus bebidas en casa, el equipo centró sus esfuerzos en las bebidas que se encuentran generalmente en el refrigerador familiar.
Para su trabajo, los investigadores dividieron a los adolescentes en dos grupos.
Un grupo recibió entregas gratuitas en casa de bebidas acalóricas de su elección, que comprendían desde gaseosas sin azúcar hasta limonadas acalóricas y desde té helado hasta agua embotellada. También, el suministro de bebidas era suficiente para sus familias.
Los adolescentes hablaron también con los investigadores varias veces durante los seis meses del estudio para cambiar sus opciones de bebida y para discutir temas relativos a la pérdida de peso.A un grupo de control de adolescentes no se le pidió que cambiara su consumo de bebidas ricas en calorías.
Al final de los seis meses, los adolescentes en el grupo de intervención habían reducido su consumo de bebidas azucaradas en 82 por ciento, y un tercio de los adolescentes más robustos perdió el equivalente a una libra al mes, explicó Ebbeling.
"Estos datos son lo suficientemente convincentes como para continuar esta línea de investigación", dijo Ebbeling, que está trabajando ahora en un estudio similar pero mucho más grande que será financiado por el National Institute of Diabetes and Digestive and Kidney Diseases y la Charles H. Hood Foundation.
Estos grupos patrocinaron el estudio.Connie Diekman, directora de nutrición universitaria en la Universidad de Washington en San Luis, dijo que este pequeño estudio aborda el difícil problema de ayudar a los adolescentes a mejorar sus hábitos alimenticios.
"[Los investigadores] hicieron que fuera cómodo para los niños cambiar su comportamiento", alegó. "Mostraron a los niños que si cambiaban sus bebidas serían igual de felices que con las bebidas azucaradas".
También fue importante que el estudio promoviera las bebidas acalóricas como seguras, dijo Cathy Nonas, directora del programa de obesidad y diabetes del Hospital General North de la ciudad de Nueva York."Los padres tienen medio de dar a sus hijos bebidas acalóricas, pero los datos no dicen que les vayan a causar algún daño", señaló.
El Dr. Richard Adamson es consultor científico de alto rango para la American Beverage Association con base en Washington, D.C., que representa a los fabricantes de refrescos.
Anotó que el estudio era pequeño, con un subgrupo de adolescentes que mostraba una pérdida modesta de peso con relación al periodo de duración del estudio.
De acuerdo con Adamson, resultados similares podrían ser alcanzados por una dieta baja en grasa.Adamson dijo que la industria de bebidas promueve los productos ricos en calorías como refrescos que deben ser bebidos con moderación.
También ofrece una amplia variedad de bebidas, tanto calóricas como acalóricas, y en diferentes porciones, dijo."Una persona puede tomar una variedad de bebidas, desde acalóricas hasta jugos con calorías, y también puede elegir los tamaños", apuntó. "Depende de los padres".
Fuente:OPS
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