¿Recuerdas que te hemos comentado que una de las bases para adelgazar y
mantener una buena alimentación es quemar más calorías de las que se
consumes? ¿Sí? Bien, pero dime, ¿cómo piensas lograr eso si no sabes
cuántas calorías consumes? Entonces partamos de aquí: la solución es llevar un diario de comidas para adelgazar.
¿Qué es un diario de comidas?
Pues, simplemente se trata de una versión del diario intimo que
llevabas de niña (o que quizás hasta ahora llevas), sólo que en este
caso lo que registrarás serán los alimentos que consumas a
lo largo del día. Y cuando digo alimentos me refiero a TODO lo que
ingieras, desde que te levantas hasta que te acuestas, por lo que se
incluyen las comidas típicas del día (desayuno, almuerzo, meriendas y
cena), pero también las bebidas y absolutamente todo lo que te lleves a
la boca: golosinas, snacks, gaseosas, etc.
Cómo usar el diario de comidas
Llevar un diario de dieta es muy simple, basta con
que anotes inmediatamente después de cada comida la información sobre
los alimentos que consumiste. En este punto, dependiendo de tu facilidad
para escribir, podrás ser más o menos precisa, pero los datos que no
pueden faltar son: el alimento de que se trate, a qué hora lo
consumiste, en qué entorno y con quién, y el estado de ánimo de ese momento. A partir de aquí, puedes extenderte cuanto quieras, pues mientras más detalles, mejor.
Una vez que obtengas estos datos, podrás comparar las cantidades nutricionales
de cada grupo alimenticio recomendadas con las que tu diario te dice
estás consumiendo. Pero además de tener un registro perfecto de tu
alimentación, un diario de comidas te brinda la oportunidad de detectar tus puntos flacos y así tomar medidas para fortalecerlos.
Por ejemplo, si en el diario quedó registrado que la mayoría de los
alimentos que consumiste fuera de las comidas habituales lo hiciste con
un estado de ánimo decaído,
se hace evidente que a través de la alimentación buscas ser
reconfortada emocionalmente. Lo mejor es que trates de evadir estos
estados. Cuando notes que te encuentras decaída y con ganas de comer,
inmediatamente busca una actividad que te mantenga ocupada y lejos de
los pensamientos de engullir algo.
Una buena idea para controlar el consumo de alimentos,
y que seguro le será de mucha ayuda a tu medico o nutricionista, es
realizar estadísticas semanales o mensuales, con los principales datos
sobre tu dieta. De esta forma podrías calcular el porcentaje total de carbohidratos consumidos a la semana, el de frutas y verduras, el de alcohol,
y así sucesivamente. Esto servirá como un resumen periódico que te
permitirá tanto a ti como a tu doctor obtener un panorama general de tu alimentación de una forma rápida y clara. Y si diagramas un grafica, ¡mucho mejor!
Cómo debe ser un diario de comidas
Su principal requisito se refiere al tamaño. Mientras más pequeño
sea, más fácil resultará llevarlo a todas partes con tigo, teniéndolo
dispuesto para recibir información tras cualquier ingesta callejera, en
casa de una amiga o en el café.
No necesita de un formato específico, por lo que una agenda de
bolsillo te serviría muy bien, sólo cuídate de tener bien organizadas
las fechas y de reservar espacio suficiente para cada día.
Pero un detalle que puede resultarte útil es que le añadas a tu diario de alimentos, usualmente en las ultimas hojas, una tabla de información nutricional de
los principales alimentos que comúnmente consumes, ya que esto te
permitirá evaluar cuantos nutrientes ingieres en cada comida, ya sean
grasas, carbohidratos, azúcares, vitaminas, proteínas, etc.
Como ves, llevar un diario de comidas es sumamente
fácil y muy útil, ya que la información que recojas en él será como oro
puro a la hora de evaluar tu alimentación y mejorar tu calidad de vida.
Sólo te tomará unos pocos minutos cada anotación, y a veces ni tanto,
por lo que mentalízate en utilizarlo y no te olvides ni dejes para más
tarde ninguna anotación. Adelgazar con un diario de comidas es posible.
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