sábado, noviembre 15, 2008

La acupuntura reduce los malestares provocados por los fármacos para el cáncer de mama



La acupuntura alivia los sofocos y las sudoraciones nocturnas comunes entre las mujeres que toman tamoxifeno y Arimidex después del tratamiento para el cáncer de mama. En un ensayo clínico, la acupuntura alivió los sofocos tanto como Effexor, el antidepresivo que actualmente se receta a las mujeres que sufren los efectos menopáusicos de los medicamentos contra el estrógeno.

El Effexor de por sí tiene efectos secundarios problemáticos, pero la acupuntura no, señala la líder del estudio Eleanor Walker, MD, oncóloga de radiación del Hospital Henry Ford, en Detroit. “Con la acupuntura se puede obtener tratamiento para los sofocos que alivian igual que la terapia farmacológica, sin los efectos secundarios y con una mejor calidad de vida”, afirma Walker a WebMD.

La acupuntura es una técnica de la medicina china. Conlleva el proceso, generalmente indoloro, de colocar agujas extremadamente delgadas en la piel en “puntos de acupuntura” específicos. Los acupunturistas conciben estos puntos como nodos donde convergen las líneas energéticas del cuerpo, aunque estas líneas energéticas no corresponden a ninguna estructura física conocida por la medicina occidental. Walker y colegas estudiaron a 47 mujeres que recibían tamoxifeno o Arimidex tras el tratamiento para el cáncer de mama. Cada mujer sufría al menos catorce sofocos a la semana.

La mitad de las mujeres fue tratada con Effexor por doce semanas, y la otra mitad recibió acupuntura. Ambos grupos tuvieron disminuciones significativas similares en los sofocos y otros síntomas de la menopausia. Ambos grupos también tuvieron menos síntomas de depresión. Pero las mujeres que tomaron Effexor también tuvieron efectos secundarios negativos. Éstos incluían náuseas, resequedad bucal, dolores de cabeza, dificultad para dormir, mareo, visión doble, una mayor presión arterial, estreñimiento, fatiga, ansiedad, sentirse “descolocadas” y agitación corporal durante la noche.

Las mujeres que recibieron acupuntura no tuvieron ninguno de estos efectos secundarios, pero sí reportaron aumentos en la energía, la claridad de pensamiento, el deseo sexual y el bienestar general. Los hallazgos no sorprenden a la acupunturista licenciada Janet Konefal, PhD, decana asistente de medicina integral y complementaria en la Universidad de Miami. “Hemos contado con acupunturistas licenciados a tiempo completo en nuestro centro oncológico durante casi una década”, señala Konefal a WebMD. Konefal dice que los acupunturistas ayudan a las pacientes de cáncer a manejar no sólo la terapia contra el estrógeno, sino también los molestos efectos secundarios de la quimioterapia y la radioterapia.

“La acupuntura es una manera de ayudar a regular el cuerpo y fomentar lo que normalmente haría”, asegura. “Si alguien toma un medicamento para alterar una afección, la acupuntura no interfiere con eso. Respaldará al sistema para ayudarlo a manejar mejor el tratamiento”. Walker apunta que la mayoría de centros oncológicos cuenta ahora con departamentos de medicina integral que ofrecen acupuntura. “Obviamente, la gente está reconociendo el beneficio”, añade Walker. “Las mujeres deben hablar con sus compañías de seguro y presionarlas para que cubran el costo, apuntando que es un tratamiento viable y menos costoso que la terapia farmacológica. Y necesitan decirle a sus médicos que desean este tipo de tratamiento”.


Fuente: En Alianza con WEBMed

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