domingo, noviembre 05, 2006

La sábila en pequeñas dosis.

El aloe o sábila ingerido en pequeñas dosis aumenta el apetito, favorece las secreciones del estómago, intestinos y del hígado.

Con el aloe se prepara un colirio con el que se lavan los ojos cuando lagrimean, están turbios o enrojecidos.

Es muy efectivo en compresas para curar llagas o heridas en supuración, es bueno para curar las verrugas, la inflamación de las glándulas y los golpes se debe aplicar exteriormente.

Es bueno para la vesícula biliar e infecciones renales, las infecciones a los ojos, las varices, las alergias, la caspa y hasta la seborrea.

Antes de emplear la sábila debe eliminarse el yodo mediante un lavado de 48 horas en agua hervida y tibia.

La mejor forma de atacar el acné, es aplicar la gelatina de la sábila en el rostro al que previamente se ha sometido a un baño de vapor, en la zona efectuada a base de romero o manzanilla con el fin de abrir los poros.

No se debe tomar en grandes cantidades, se debe evitar su consumo sobre todo durante el embarazo y cuando se padece de hemorroides.

Se utiliza también como protector solar y regenerador de las quemaduras, incluidas las producidas por exposición al sol.

Es una de las mejores soluciones para el tratamiento de los orzuelos, se puede utilizar directamente sobre la piel, una vez removida la epidermis, también se puede machacarla para convertirla en pasta, de las hojas también se puede obtener un líquido que puede aplicarse sobre la piel.

Para el cuidado de las uñas se debe mezclar un poco de gel de aloe y una crema de manos hidratante, se puede aplicar una vez al día.


Fuente:
Cortesía de-Nlm.nih.gov

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