jueves, noviembre 09, 2006

Apetito desenfrenado, problema para algunos niños con sobrepeso.

Los chicos con sobrepeso y tendencia a darse atracones consumirían cientos de calorías más que sus pares al sentarse a comer y aun así sentirían hambre más rápidamente, según demostró un nuevo estudio.

Investigadores hallaron que de 60 niños con sobrepeso, de entre 6 a 12 años, aquellos que decían que habían sentido apetito desenfrenado antes eran más propensos a comer de más en un almuerzo de tipo "consumo libre".

Con todo, el estudio reveló que esos mismos chicos tuvieron hambre nuevamente una hora antes que sus pares.

Los resultados, publicados en American Journal of Clinical Nutrition, sugieren que el apetito desenfrenado y una disminución en la sensación de sentirse satisfecho alimentan el aumento de peso en algunos niños.

"Los chicos con trastorno de apetito desenfrenado tendrían una deficiencia en la regulación del apetito que los pone en riesgo de desarrollar obesidad", escribió Margaret C. Mirch, del Instituto Nacional de Salud Infantil y Desarrollo Humano en Bethesda, Maryland.Estudios demuestran que hasta el 30 por ciento de los chicos con sobrepeso se dan algún atracón, es decir, comen grandes cantidades de comida de manera descontrolada.

De los 60 chicos que participaron en el nuevo trabajo, 10 dijeron que alguna vez habían tenido un "episodio" de apetito desenfrenado.

Cuando los investigadores llevaron a los participantes a un almuerzo del tipo de consumo libre, esos 10 niños consumieron entre 400 y 600 calorías más sus pares con sobrepeso, pero sin el trastorno de apetito desenfrenado.

Es más, estaban dispuestos a volver a comer una hora antes que los demás.

Es posible, según los investigadores, que los chicos con ese trastorno alimentario respondan más a "estímulos" externos, como el aspecto y el aroma de los alimentos, que a señales psicológicas del hambre.

Podrían ser también más propensos a la alimentación emocional, en la que las personas tratan de contrarrestar el enojo, la tristeza u otros sentimientos mediante la comida.

De ser así, señalaron los autores, enseñarles a los chicos a reconocer y responder sólo a las señales de hambre verdaderas los ayudaría a evitar los atracones y a controlar el peso corporal.


Fuente:
Cortesía de-Nlm.nih.gov

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