Científicos estadounidenses analizan la implicación del aumento de la temperatura corporal en el desarrollo de células inmunes.Un estudio desarrollado por investigadores del Roswell Park Cancer Institute de Buffalo (Estados Unidos) sobre ratones concluye que el desarrollo de la fiebre fortalece el sistema inmune.
Así, esta investigación, publicada en la revista Nature Immunology, muestra que elevar la temperatura interna de ratones, en imitación a la respuesta de fiebre que genera el cuerpo humano frente a una infección, incrementa el número de células inmunes que llegan a los nódulos linfáticos donde estas células son entrenadas y dispuestas para buscar y destruir al patógeno invasor.
Y es que, según los autores, los nódulos linfáticos actúan como el “cuartel general” del sistema inmune.
Los científicos explicaron que la fiebre actúa sobre las células de vénulas del endotelio alto (HEV, en sus siglas en inglés), cuya función es ser barrera de control entre las células de la sangre y los nódulos linfáticos.
La fiebre hace que las HEV produzcan más CCL21, una molécula que conduce a los linfocitos hacia los nódulos linfáticos desde la sangre.
Además, al fiebre aumenta el número de moléculas de adhesión en la superficie de las HEV, dando lugar a una entrada más eficaz de linfocitos en los nódulos.
De hecho, los nódulos linfáticos se inflaman por un aumento de las células inmunes.
Fuente:
Cortesía de-Nlm.nih.gov
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